Los pagos a plazos son más habituales entre los jóvenes, gracias a las bajas tasas y la tecnología

En los últimos cinco años, el peso de los menores de 35 años entre los que toman préstamos para adquirir bienes y servicios ha crecido de manera sostenida: hoy es del 25,2% mientras que en 2018 fue del 22,3%. Gracias a las atractivas condiciones crediticias derivadas de las bajas tasas de interés. Además del despliegue de herramientas digitales para la compra y nuevas formas de pago diferido (las denominadas Compre ahora pague después, “compre ahora y pague después”) que, al no tener intereses, resultó ser muy atractiva. Tanto es así que hemos visto aterrizar en este segmento a grandes nombres de los pagos digitales como Paypal. Sin embargo, la culpa la tiene la crisis: “romper” los pagos se está convirtiendo cada vez más en una necesidad. Y, si no, es una oportunidad para comprar cosas que probablemente no compraría usted mismo.

Este es el escenario que se deriva de los datos de Crif relativos a los primeros nueve meses de 2022: la participación de los menores de 25 años en el total de préstamos solicitados (globalmente préstamos dirigidos y préstamos personales) equivale al 6,7% del total frente al 5,7% en el mismo período de 2021 y 5,1% hace cinco años. Sin embargo, si analizamos el grupo de edad entre 25 y 35 años, a finales de septiembre la incidencia total asciende al 18,5% del total frente al 17,4% del año pasado y al 17,2% de 2018.

Por lo tanto, en el último año, ha habido un salto significativo en la tendencia de esta generación, a caballo entre los Millennials y los “Z”, hacia la financiación.

«Hay una variedad de fuerzas que nos empujan en esta dirección, explica Simone Capecchi, directora ejecutiva de Crid, incluida la pandemia que ha acelerado la digitalización e impulsado las compras en línea. Luego está el problema económico: en la última década nos hemos beneficiado de tarifas bajas, con Tan y Taeg al alcance de todos». Y ha añadido: «Junto a los muy jóvenes, el grupo de edad que ha visto crecer los préstamos personales es el de los mayores de 55 años, de nuevo gracias al impulso de la digitalización».

El papel de Bnpl

Las llamadas herramientas juegan un papel importante Compre ahora pague después (Bnpl) que permite el pago diferido en tres (a veces cuatro) cuotas de la misma cantidad, sin realizar un examen profundo de la situación crediticia del comprador: «Esto es un aplazamiento de pagos, no un préstamo -continuó Capecchi- pero ciertamente lo es un comportamiento cada vez más extendido. Además, según Crif, en 2021 el uso de Bnpl ha registrado un incremento medio del 134 por ciento.

León Enrique

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