Cordoba-Seui, tres argentinos en busca de raíces sardas

En la ruta de su abuelo Salvatore Aresu quien, cuando solo tenía veinte años, fue Sigues a Argentina Romina, argentina de segunda generación, a los 40 años emprendió un camino opuesto al que cambió la vida de su abuelo Salvatore, quien murió nueve años antes de que ella naciera: el pasado 28 de septiembre, con pasaje de ida, regresó a Seiui. Lo hizo para tener la ciudadanía italiana (y pasaporte) y buscar un futuro junto a su hermano Mariano, de 37 años, y una amiga italiana, Guadalupe Motreno, de 31.

Salvatore Aresu, que emigró a Argentina hace un siglo (L'Unione Sarda)

Salvatore Aresu, que emigró a Argentina hace un siglo (L’Unione Sarda)

Retorno

Argentina es el Eldorado para muchos inmigrantes sardos, como Salvatore. “Hoy es un país marcado por crisis políticas y económicas. Aunque los costos de energía, agua y gas son decididamente más bajos que en Italia, la inflación se dispara y el salario mínimo es demasiado bajo, si el salario promedio de un maestro ronda los 300 euros”, dice Guadalupe Montero, contadora, ex estudiante de inglés en Romina. “Me cansé de vivir en un país hermoso esperando que cambie la política”.
Si estás cansado de esperar que el presente cambie y el futuro sea mejor, puedes ir a un destino desconocido, en un mundo que ciertamente ya no es el abuelo de Salvatore pero con intenciones, después de todo, todavía similares a él y generaciones de niñas y niños como él: un joven que emigró hace cien años, ofreciendo tenacidad, valentía y la posibilidad de nuevas oportunidades.
Copa Mundial
En Seui, Romina y Mariano trabajan a distancia, mientras Guadalupe espera la doble nacionalidad para instalarse en España con su marido, Ramiro Morales.
A diferencia de Romina, Mariano y Guadalupe son grandes hinchas de su selección nacional de fútbol y bajo los cielos de Seuese vivieron una noche mágica en Argentina cuando, en una emocionante tanda de penales, ganaron la Copa del Mundo contra Francia, pero vitorearon lentamente, en parte porque allí solos los dos, en parte para no molestar a nadie, Mariano dijo: «Una noche inolvidable, aunque nos sintiéramos solos –sonrió– porque Romina estaba durmiendo». Pero en Seui alguien, en la barra, saludó a Mariano alabando: «Forza Argentina».
En la ciudad

Romina explicó que cuando llegaron al pueblo no hablaban ni una palabra de italiano: «Encontramos varios amigos que nos acogieron y ayudaron: Giuseppina, Efisio, Marianna, Vittorio, Angioletta, Priamo y Kira, Mariolino, jubilados Ayuntamiento pidió documentos que necesitamos para nosotros. Estamos agradecidos por todo esto”. Sobre todo, fue muy grato encontrar a Emilia Aresu, prima hermana de su padre Raúl, quien murió en 2018: “Nos conmovió, nos enteramos que a los pocos años de la muerte de nuestro abuelo, en 1978, la abuela Salvatora con la tía Susanna vienen a Seui y conocen a Emilia».
Pasaron otro día con Pino Ledda, un estudioso de la genealogía. Ledda verificó que los bisabuelos de Romina y Mariano se mudaron a Seui desde Ussassai, el abuelo de Salvatore fue el último de cuatro hijos y el único nacido en Seui.

La familia Aresu (L'Unione Sarda)
La familia Aresu (L'Unione Sarda)

La familia Aresu (L’Unione Sarda)

Los hermanos Aresu, en unas semanas asumiendo su ciudadanía italiana, regresarán a Argentina mientras Guadalupe iniciará su nueva vida en España.
El próximo verano Romina y Mariano seguirán en Cerdeña: «No tenemos planes, lo dejaremos vivir, seguir viajando, descubriendo, ilusionados». Y un futuro en Cerdeña, su tierra ancestral, no es una excepción.

Paola Mura Ruggiu

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Gregorio Estremera

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