El OECD Watch lee que la inflación general está en el Reino Unido ”se ralentizará tras el desplome de los precios de la energía y estará más cerca del objetivo a finales de 2024”, aunque se espera que la base ”sea más resistente debido a la fuerte inflación de los servicios, con una reducción de solo 3,2 % en 2024”.
La inflación llevó al Banco de Inglaterra a continuar con su política de subida de tipos de interés, que sumó otros 25 puntos básicos en mayo para situar el tipo de referencia en el 4,5%. Y todo apunta a que, en su próxima reunión, fijada para el 22 de junio, el Banco de Inglaterra podría decidir nuevas subidas.
En esta situación, la decisión de la OCDE es clara: “La política monetaria seguirá siendo estricta, lo que afectará aún más la producción y reducirá la inflación, y la política fiscal será estricta en 2024-24. Sin embargo, queda poco espacio fiscal, lo que deja al gobierno significativamente expuesto a los movimientos de las tasas de interés”.. Las previsiones de la OCDE de crecimiento del PIB, que este año debería ser del 0,3%, que subirá al 1% en 2024, tampoco alientan el optimismo. Para las organizaciones, las noticias negativas también vienen por el lado del desempleo, que se espera que aumente al 4,5% en 2024.
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