Milagro económico en Brasil | noticias de fondo

“Padre de los pobres realiza el milagro económico en Brasil”, donde Luiz Inàcio Lula da Silva, presidente, es mirado con respeto y gratitud por el pueblo. La misión actual es llevar al “gigante” sudamericano a una de las cinco economías más grandes del mundo dentro de la próxima década, a través de reformas, gigantescos proyectos de infraestructura y exploración de vastas reservas de petróleo. De acuerdo con estos desarrollos, Brasil ha sido llamado “Belindia”, término acuñado por un empresario, que vio al país como una encrucijada entre Bélgica e India, un lugar de riqueza europea y pobreza asiática, donde la diferencia entre ricos y pobres es aparente. imposible. Lula fue el primero en construir puentes entre estos dos aspectos del país, Brasil ahora atrae a inversores de todo el mundo, su timonel es muy querido por los banqueros como el ídolo de los pobres. El ex trabajador Lula pasará a la historia como el Presidente que tuvo la capacidad de transformar las ambiciones de Brasil, que ya no es una potencia emergente, sino que se convierte, sin retroceder, en un país en desarrollo, y tiene asiento permanente en el Consejo de la ‘ONU’, con la primera Privilegios socio-comerciales en China. El presidente estadounidense Barack Obama, el francés Nicolas Sarkozy y, en particular, Wall Street la cortejan desde hace tiempo. Hace menos de siete años asumió el cargo, explotando un índice de aprobación del 80 por ciento, esencialmente negando la oposición. Gobernó el país como un patriarca, tanto que su antecesor, Fernando Henrique Cardoso, lo acusó de “autoritarismo” y advirtió a todos que Brasil había tomado el camino del capitalismo. Bajo su liderazgo, millones de brasileños se incorporaron a la clase media y los testimonios del auge social son evidentes en varios sectores: en los centros comerciales de Río de Janeiro y Sao Paulo, que se llenan de familias de la periferia, o en el aeropuerto, donde muchos jóvenes ven check-in y con ganas de subirse a un avión, por primera vez en sus vidas. La brecha entre ricos y pobres comienza a cerrarse. La clave de lo que puede ser la mayor redistribución de la riqueza en la historia de Brasil es un programa social llamado Bolsa Familia, mediante el cual cualquier madre necesitada y que pueda demostrar que sus hijos asisten a la escuela puede recibir una parte mensual de 300 reales del gobierno. A primera vista, puede parecer poco, pero estos subsidios gubernamentales están ayudando a sobrevivir a millones de personas, especialmente en el noreste de Brasil. El crecimiento de Brasil, a diferencia de Venezuela, se ha basado más en la inversión privada que en el gasto público y, a diferencia de Argentina, parece no haber permitido que la inflación perjudique la estabilidad económica, convirtiéndose en el primer país en salir de una recesión provocada por la crisis económica mundial.

Gregorio Estremera

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