Los franceses desobedientes se divertían con el sonido de la olla

“Cuando perdemos, sí perdemos, pero nos mantenemos vivos y volvemos a empezar”, dijo Jean-Luc Mélenchon, líder de La France insoumise (LFI), el 5 de abril, durante un debate con el filósofo Geoffroy de Lagasnerie. Una observación general, pero que se aplica perfectamente a la batalla de la izquierda contra la reforma de las pensiones. Sin nunca decir una palabra ” fracaso “la izquierda ha tocado fondo tras la decisión del Consejo Constitucional del 14 de abril.

En 2017, después de cinco meses del mandato de cinco años de Emmanuel Macron y la implementación de reformas a la legislación laboral, Jean-Luc Mélenchon reconoció: “Por ahora, él es el que tiene los puntos. » Seis años después, no se puede hablar de hacer tal confesión. Los únicos fracasos que los “rebeldes” del primer círculo de Jean-Luc Mélenchon querían reconocer eran los sindicatos y una estrategia que consideraban demasiado blanda. Para la LFI y, en menor medida, el resto de la izquierda, el voto panista en Sélestat (Bas-Rhin), el miércoles 19 de abril, su incautación por parte de la policía en Hérault al día siguiente, durante dos viajes de Emmanuel Macron, permitió un rebote, por lo menos temporalmente.

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Jean-Luc Mélenchon, en ausencia de una victoria política inminente, encontró en él un consuelo intelectual: para él era un respaldo a su teoría de la era de los pueblos. “Levántate la tormenta querida” canta la olla! », escribió en su blog el pasado 20 de abril. El día anterior, había pensado que estaba presenciando un cruce de “límite” entre las dos etapas características de “revolución ciudadana”. Llegada a fase “pobre”, “caracterizado por enfrentamientos más o menos violentos con figuras que representan el mundo de la política gubernamental, los medios de comunicación, pero también en ocasiones que los funcionarios electos son generalmente vistos como “cómplices” del sistema”.

Las “Caceroladas” de la crisis argentina de 2001, las viene reclamando la LFI desde hace tiempo. Durante el primer quinquenio de Emmanuel Macron se llevaron a cabo iniciativas en este sentido “absolutamente fallido”, reconoció el representante (LFI) de la Val-d’Oise Paul Vannier. Al menos durante unos días se escucharán demandas, y no sólo en manos de activistas “rebeldes”, sino también de irritados quidams o sindicalistas ajenos al movimiento.

Esta tesis fue validada… por el mismo Mélenchon

Satisfacción de ser verdad sobre Jean-Luc Mélenchon, algunas personas se divierten con él. Dentro de su grupo, un diputado señaló que, al final, su tesis siempre fue validada… por él mismo. Para el diputado socialista por Essonne Jérôme Guedj, que fácilmente se reconoce como “matriz” por mélenconismo cuando el Sr. Mélenchon es miembro del Partido Socialista, vio el comienzo de la revolución ciudadana en los abucheos que saludó a Emmanuel Macron, es una señal de que“hay una realidad alternativa a la izquierda”.

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Adelmira Dorado

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