La sequía dio origen a una antigua ciudad hundida en Argentina

La falta de agua ha dejado las estructuras que componían el Miramar antes de desaparecer en una inundación en los años 70. El nuevo paisaje provoca nostalgia, pero también atrae a los turistas de vuelta a la ciudad.

Avances inesperados de la gran laguna Mar Chiquita, ubicado en el noroeste de la provincia de Córdoba en Argentina, sumergió la mitad de la ciudad de Miramar de Ansenuza en la década de 1970. Ahora, después de décadas de estar sumergido en agua, muchas de las ruinas de este antiguo asentamiento han sido reveladas. Desde 2017, el nivel de Mar Chiquita ha descendido casi cuatro metros y medio, principalmente por el cambio climático y los cambios en el entorno natural de Córdoba. ”Al calentamiento global se suma la deforestación en la desembocadura del río Dulce, que desemboca en la laguna desde el norte del país.”, explica la historiadora Mariana Zapata. Reaparición Miramar es solo una de las muchas consecuencias de la severa sequía que ha azotado al país, y que ha provocado precipitaciones por debajo del promedio histórico en los últimos años. Según Anabela Caffer, guía del Museo de Ciencias Naturales Laguna Mar Chiquita, este cuerpo de agua “Testigos del Cambio Climático” y en la década de 1970 fue la laguna más afectada por este fenómeno ambiental a nivel planetario. “Nuestras lagunas se comportan como climas a nivel mundial. Es más fácil para los investigadores estudiar el cambio climático a través de estudios de hidrología sudamericana, basados ​​en el termómetro que es nuestra laguna, que estudiar el cambio climático en sí.Caffer agregó.

Zapata cuenta que, antes de la gran inundación producto del abastecimiento de agua del río Dulce a la laguna, Miramar era considerada “destino turístico por excelencia” de la provincia de Córdoba, destaca por sus múltiples instalaciones de alojamiento, tres kilómetros de caminos, piscinas de agua dulce y lugares de entretenimiento. Sus 110 hoteles, hostales y posadas le permiten en ese momento tener capacidad para recibir hasta “70.000 turistas por temporada“, dijo el historiador. Si bien el declive de la laguna Mar Chiquita puede considerarse un fenómeno cíclico, fue recién entre el año pasado y este año que experimentó un declive. una disminución de 70 centímetrosSegundo datos del diario local La Voz. Es una caída histórica, mayor que la de 2013, que hace que muchos edificios miren hacia atrás. En este sentido, el nuevo paisaje, además de evocar la nostalgia de los vecinos, se ha convertido en unatracciones en verano argentina, que comienza a mediados de diciembre y finaliza a mediados de marzo. Los visitantes ahora pueden recorrer las ruinas de muchos de los hitos arquitectónicos de la ciudad y apreciar los pocos detalles que aún están intactos. “En este sector se están haciendo tours y la parte del tour está perfectamente explicada. Este es el nuevo color para esta temporada. Son muchas las personas que recuerdan y redescubren aquellos tiempos“, dijo Silvina Arrieta, secretaria del municipio de Turismo.

León Enrique

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