Como uno podría pensar (y temer), la pareja soñada de los aficionados de la Roma tendrá que esperar antes de ver la luz. Además de Romelu Lukaku, que todavía está en proceso de encontrar su mejor condición física, también está Paulo Dybala, que no ha dejado cómodo al universo Giallorossi. De hecho, el delantero argentino tampoco se entrenó ayer en el grupo por lo que no debería estar en el banquillo para el partido contra el Milan.
El problema en los aductores que le provocó la salida en la segunda mitad del partido contra el Verona -el mismo problema que le provocó ser sustituido en el último amistoso de pretemporada, contra el Toulouse- sigue sin resolverse. Por tanto, Joya debe ser eliminado de la nueva lista de convocados que dará a conocer mañana José Mourinho.
Sin embargo, como escribe la Gazzetta dello Sport, la sensación es que el delantero quiere aprovechar el parón del campeonato para recuperarse plenamente del problema en los aductores que le aqueja desde la temporada pasada. La primera parada, de hecho, se produjo en el partido de ida de los cuartos de final de la Europa League disputado por la Roma en Rotterdam contra el Feyenoord, cuando el argentino se vio obligado a abandonar en la primera parte. Desde entonces, las cicatrices de las lesiones a veces tienden a inflamarse en la zona circundante y esto es motivo de preocupación.
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