El miércoles, el nuevo presidente de Argentina anunció más de trescientas medidas para eliminar restricciones a la economía y privatizar empresas estatales.
Miles de personas salieron a las calles de Buenos Aires el miércoles para participar en la acción. La primera gran manifestación de protesta contra el nuevo gobierno de Javier Mileieconomista ultraliberal de derecha que asumió a principios de este mes como presidente de Argentina.
Allá La movilización comenzó espontáneamente. Unos minutos más tarde se escuchó el discurso televisado de Milei, en el que anunció una decisiones importantes relativas a la drástica “desregulación” (la eliminación de controles y restricciones) y la privatización de la economía luchar muy serio crisiseso ocurrió en todo el país, con una inflación del 147 por ciento y una pobreza galopante.
“La patria no se puede vender” y “Basura Milei, eres una dictadura” fueron las consignas más escuchadas entre los manifestantes, encabezados por grupos que representan en su mayoría a desempleados.
La intervención de Milei aún se debate
El miércoles el presidente anunció aprox. trescientas nuevas intervenciones: Habló de privatizar empresas estatales, desregular el sector minero, cancelar las restricciones a las exportaciones y reducir las protecciones para el público y las empresas de alquiler.
La semana pasada Milei lo hizo devaluó el peso frente al dólar en un cincuenta por ciento y anunció recortes masivos en el gasto público: prometió no renovar los contratos de los funcionarios que hayan trabajado menos de un año y subió los precios de los servicios básicos y del transporte público.
Enfrentamientos entre policías y manifestantes en Argentina
Al inicio de la manifestación, el punto de llegada fue la Plaza de Mayo, sede del gobierno y la presidencia de Argentina. Varios enfrentamientos con la policía terminaron con la detención de dos personas y toda la procesión estuvo custodiada por agentes con equipo antidisturbios.. Eduardo Belliboni, líder del grupo de protesta de izquierda Polo obrero, dijo que la movilización fue pacífica y que los participantes no querían “ningún enfrentamiento”.
El gobierno dijo que permitiría protestas, pero también amenazó con que cualquiera que participara correría el riesgo de perder su derecho a recibir beneficios estatales. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también anunció una Nuevos “protocolos” diseñados para mantener el orden público y ampliar los poderes policiales. y fue visto por algunos grupos como un intento de criminalizar las protestas.
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