Argentina: Javier Milei, presidente “antisistema”… que trabaja para el sistema

Elegido para un programa que combinaba demagogia y promesas de un “shock económico”, que no auguraba nada bueno para sus conciudadanos, un programa que algunos describieron como “neofascista”. », Javier Milei, lidera la tercera potencia económica de América Latina desde este domingo 10 de diciembre. Si logra instalarse en la Casa Rosada, aprovechando el descontento popular causado por la terrible crisis económica que ha estrangulado al país durante años, no hay indicios de que sus recetas ultraliberales puedan mejorar las condiciones de vida de la gente. 46 millones de argentinos. Todo lo contrario.

El 40% de la población está por debajo del umbral de pobreza.

Aunque se ha creado la imagen de un candidato antisistema, un paladín que lucha contra una “casta política parasitaria” vista como enemiga del pueblo, se ha rodeado de partidarios tradicionales de derecha para formar su gobierno. Los mismos derechos que denunció durante la campaña, y que se han convertido en la principal causa de la actual crisis. Tras varios años al borde del abismo, Argentina ahora podría saltar al vacío.

El país vive su peor crisis desde 2002. En aquel momento, el 65% de la población se encontraba por debajo del umbral de pobreza. Veintidós años después, el 40% de la población se encuentra en esta situación (incluido el 18% en pobreza extrema) y las perspectivas no son nada alentadoras. Inflación récord (+143% en un año), una recesión de al menos el 3,5%, una caída del PIB del 11% en el segundo trimestre de este año, en comparación con el mismo período de 2022.

Si son muchos los factores que llevaron al país a esta situación, una cosa es segura: la extrema derecha, que estuvo en el poder entre 2015 y 2019 bajo el gobierno liberal de Mauricio Macri, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) cargan un pesado responsabilidad.

Al conceder un préstamo de 57.000 millones de dólares a la organización con sede en Washington, Macri puso a su país a merced de una serie de reformas que estaban en consonancia con los deseos de Wall Street y de los mercados financieros: recortar el gasto recortaría los sectores público y social. , a cambio de políticas expansionistas. Una estrategia de austeridad que, en lugar de resultar útil, hundió a la economía en una espiral descendente de recesión.

Promesas, cada una más demagógica que la anterior

Incapaz de mejorar la situación, el expresidente peronista Alberto Fernández (centro izquierda, 2019-2023) vio a su aparente heredero, el ministro de Economía Sergio Massa, perder fuertemente en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. El candidato “antisistema” Javier Milei, impulsado por las esperanzas que despiertan las promesas, cada cual más demagógica que la anterior.

“Los cambios que nuestro país necesita son drásticos: no hay lugar para medias tintas”dijo Milei justo después de su victoria, antes de aclarar su afirmación: “Se hará todo lo que pueda gestionar el sector privado. » Para los autoproclamados “El primer presidente liberal-libertario de la humanidad”El principal de ellos es el ultraliberalismo y su odio a las instituciones estatales. “responsable de todos los crímenes”quien ha guiado el programa.

Privatización de la empresa pública de energía YPF, medios de comunicación públicos (televisión, radio e instituciones de prensa), ferrocarriles, empresas públicas de agua, etc. “Está demostrado que todo lo gestionado por el sector público no funciona”. ha afirmado repetidamente que las personas también se definen a sí mismas como “anarcocapitalista”. Además de la privatización, su programa económico incluye, entre otras cosas, fuertes reducciones del gasto público, reducciones de los subsidios al transporte, gas, agua y electricidad, así como reformas de los servicios de salud y educación.

Pero también el cierre del banco central y la dolarización de la economía, es decir, el abandono de la moneda nacional, el peso. Las medidas marcan un punto de inflexión radical en comparación con las políticas intervencionistas de sus gobiernos peronistas predecesores, pero podrían conducir a un verdadero caos económico.

Promesa de acción si se producen manifestaciones

Aunque se mostró muy optimista durante su campaña, explicó en televisión que bastaba con reducir el tamaño del país, eliminando once ministerios. “inútil” (como los campos de Educación, Salud, Medio Ambiente, Empleo, Empleo y Seguridad Social, Mujer o incluso Cultura) para sacar al país de su crisis económica, Javier Milei pareció recuperarse la semana pasada, anunciando “entre dieciocho y veinticuatro meses” sacrificio. “Habrá estanflación”advirtió, es decir, un fenómeno que combina estancamiento e inflación… y que a menudo va acompañado de un aumento del desempleo.

¿Cómo reaccionará la sociedad si el tratamiento de Milei resulta ser peor que su enfermedad? Lo que sea. Recién elegida, Milei también enfatizó que no dudaría en reprimir cualquier manifestación destinada a criticar su decisión en el futuro.

El candidato antinacasta es un engaño. Al llegar al poder tras una situación económica creada por la extrema derecha, elegido en la segunda vuelta gracias al apoyo de la extrema derecha, Milei demostró que la derecha tradicional y la extrema derecha trabajan muy bien juntas. Solo le tomó unos días a Milei romper su promesa de luchar “casta política” colocando a los ex ministros Macri en puestos clave de su gobierno.

Entre ellos se encuentra Patricia Bullrich, quien quedó tercera en las últimas elecciones presidenciales. Regresará a su cargo al frente del Ministerio de Seguridad. Aún mejor, Luis Caputo, el nuevo Ministro de Economía, alguna vez fue Ministro de Finanzas y banquero central número uno bajo el liderazgo de Macri. Fue él quien, en un vídeo de quince minutos de duración, reveló, el martes 12 de septiembre, el contenido de la primera serie de medidas: devaluación superior al 50% del peso argentino, despidos de funcionarios y eliminación de ministerios, restricciones de financiación para las regiones, suspensión de obras públicas y reducción de las subvenciones al transporte y a la energía, así como a los fondos de pensiones…

Al final, pese a sus promesas de campaña, todo hace pensar que no habrá dolarización ni banca central “infierno”. En cuanto a los ajustes económicos, claramente no será una carga “casta política” pero por supuesto la mayoría de la población argentina.


No pudimos confirmar su registro.


Su registro ha sido confirmado.

Adelmira Dorado

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