Con un sólido pedigrí jurídico y académico, Carlos Rosenkrantz, de 59 años, será el nuevo presidente de la Corte Suprema de Argentina, el máximo tribunal donde se desempeñó como juez en 2016 luego de ser designado por decreto del presidente Mauricio Macri. el cual, siendo centro de controversia, finalmente fue debatido y aprobado por el Senado.
La dilatada carrera como abogado de Rosenkrantz estuvo marcada por haber trabajado como asesor del fallecido Raúl Alfonsín (1983-1989), primer presidente del actual país democrático, en la preparación de los juicios contra la junta militar tras la última sangrienta dictadura (1976). ). ). -1983).
Además, fue representante legal de la Comunidad Homosexual Argentina en un momento en el que nadie hablaba de este tema y la comunidad era vista como una minoría rechazada.
Era hijo de un inmigrante judío polaco y de una maestra católica de la provincia de Corrientes. Licenciado en Derecho en 1983 por la Universidad de Buenos Aires, donde según su biografía oficial obtuvo el mejor promedio de su promoción, Rosenkrantz se convertirá en el máximo diputado de la Corte Suprema a partir del 1 de octubre, tras la salida de Ricardo Lorenzetti. presidente de la organización durante los últimos 11 años.
Los cambios se decidieron en una reunión judicial que discutió el cambio de poderes actuales (presidente y vicepresidente), cuyo mandato actual comenzó el 1 de enero de 2016 y finaliza el 31 de diciembre.
En la votación entre los cinco ministros que componen la Corte, Rosenkrantz reemplazó a Lorenzetti -cuyo perfil ha sido ampliamente criticado por varias voces políticas- y a la vicepresidenta Elena Highton de Nolasco, por un mandato de al menos tres años, posiblemente prorrogable tras nuevas elecciones. .
El nuevo presidente es miembro de la Corte desde agosto de 2016.
Su nombramiento, así como el de Horacio Rosatti –uno de sus otros ministros– fue objeto de una fuerte polémica, pues en sus primeros días de gobierno, en diciembre de 2015, Macri había anunciado su nombramiento mediante un decreto.
Tras las críticas de la oposición, el presidente decidió dimitir y enviar al candidato al Senado, que es la cámara encargada de aprobar este tipo de nominaciones mediante el “sí” de dos tercios de sus miembros.
Esta autorización la recibió el 15 de junio de hace dos años y en el caso de Rosenkrantz recibió 58 votos positivos y 12 votos negativos.
Aún con sus estudios de filosofía, la carrera del nuevo líder judicial, forjada en varias universidades extranjeras, estuvo estrechamente ligada a su desempeño como docente en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de San Andrés. , central. donde fue canciller de 2008 a 2016.
También ha publicado numerosas publicaciones en revistas argentinas y extranjeras y se ha desempeñado como profesor visitante y conferencista en numerosos centros.
Como abogado, ejerce la abogacía en la firma Bouzat–Rosenkrantz & Asociados, que fundó en 1990, y trabaja intensamente en casos comerciales y de derechos civiles.
Llamado en 1994 por Alfonsín para asesorarlo sobre las reformas constitucionales de ese año, también fue designado por el Estado argentino para defender a la Argentina como perito ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, en diversos arbitrajes internacionales.
Un currículum que, poco antes de cumplir la séptima década de su vida, le llevó a presidir el máximo tribunal de su país y convertirse en la quinta persona en la sucesión presidencial, tras Macri; la vicepresidenta del país y presidenta del Senado, Gabriela Michetti; el presidente interino de la Cámara Alta, Federico Pinedo, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. EFE y Aurora
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