LIMA: Miles de personas, principalmente andinas, se manifestaron este jueves en el centro de Lima para exigir la renuncia de la presidenta peruana Dina Boluarte, donde se produjeron violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerte presencia policial.
Los enfrentamientos dejaron dos nuevos muertos en el sur del país. En Arequipa, la segunda ciudad de Perú, violentos enfrentamientos en los alrededores del aeropuerto dejaron un muerto -un hombre de unos treinta años- y diez heridos, según la Defensoría del Pueblo.
Momentos antes, la oficina anunció la muerte de otro hombre, que resultó herido la víspera en enfrentamientos en Macusani, cerca de Puno (sur) en la frontera con Bolivia.
Con ello, se eleva a 45 (44 manifestantes y un policía) el número de personas que han perdido la vida en los disturbios desde el 7 de diciembre, fecha de inicio de la crisis.
En Lima, la mayoría de los manifestantes marcharon en silencio. Pero estallaron feroces enfrentamientos en el centro de la ciudad, con manifestantes arrojando piedras, piedras o botellas a la policía, o enfrentándolos directamente con porras.
En algunos lugares, las fuerzas del orden tuvieron que retirarse bajo presión antes de recuperar su rumbo. Sobre todo en el centro de la ciudad, en la zona de las calles Abancay y Pierola, señalaron periodistas de la AFP.
Las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos de forma generalizada.
Un periodista de la AFP vio al menos a dos personas heridas y la policía realizó varias detenciones.
Un edificio en el centro de la ciudad cerca de la Plaza San Martín, centro de las manifestaciones en Lima, se incendió por causas desconocidas poco antes de las 20:00 hora local (01:00 GMT).
“Tenemos 11.800 policías en las calles para controlar los disturbios. Tenemos más de 120 camionetas y 49 vehículos militares y también la participación de las fuerzas armadas”, dijo en la mañana limeña el general Víctor Zanabria, jefe regional de la policía.
“Estamos aquí para luchar por razones justas. Queremos que se disuelva el parlamento. Estamos marginados, dicen que somos alborotadores, terroristas. Estamos aquí para exigir nuestros derechos”, explicó Ayda Aroni, migrante de la ‘Ayacucho ( sur) región, en la plaza central plaza 2 de mayo.
Ataviada con ropa tradicional -sombrero negro, camisa blanca y falda roja- y portando un colorido bolso, ondeaba una bandera peruana cuya franja roja había sido sustituida por negra en señal de luto por los manifestantes muertos.
“Toma cinco»
Los manifestantes, que piden nuevas elecciones en Perú, pretenden “tomar Lima” y atacar la mente de la gente.
“En Lima la lucha va a ser más dura. Cuando nos oprimen en nuestra zona nadie habla de eso”, dijo Abdón Félix Flores Huamán, un campesino de 30 años que dijo estar dispuesto a “dar la vida”. Salió el domingo de Andahuaylas, epicentro de las manifestaciones de diciembre, para llegar el martes a la capital.
Los manifestantes también intentaron tomar el aeropuerto de Cuzco, la capital turística del país, que fue cerrado.
“La lucha del pueblo peruano no terminará mañana, la lucha seguirá si Dina Boluarte no escucha al pueblo y actúa con prepotencia”, dijo el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) citado este miércoles. llamada de huelga.
El gobierno declaró el domingo un estado de emergencia de 30 días en Lima, Cuzco, Callao y Puno, permitiendo la intervención del ejército para mantener el orden y suspendiendo las libertades de reunión y circulación. Sin embargo, según los líderes sindicales, los organizadores de la manifestación en Lima no pidieron permiso.
Los disturbios en Perú estallaron luego de la destitución y arresto del presidente izquierdista Pedro Castillo el 7 de diciembre, quien fue acusado de dar un golpe de estado para disolver el parlamento que se preparaba para sacarlo del poder.
La crisis es también un reflejo de la gran división entre la capital y la empobrecida provincia que apoya al presidente Castillo, de origen amerindio, y ve en su elección una venganza por insultar a Lima.
El presidente Boluarte llamó este lunes a la calma: “Sabemos que quieren + tomar + Lima por todo lo que aparece en la red. Que tomen Lima, sí, pero en paz y tranquilidad”.
Milisegundo. Boluarte, quien es el vicepresidente del Sr. Castillo, lo sucedió según la Constitución. Es del mismo partido que él, pero los manifestantes lo ven como un “traidor”.
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