“¿Pasta cocida a gas apagada? Confía en mí, no es comestible”.


Lo dijo un premio nobel de física, ¿quieres que sea una chorrada? ¿Es posible cocinar pasta con la estufa apagada, después de que hierva el agua?

Se ha hablado mucho, al final de este verano, sobre las publicaciones “relanzadas” por giorgio parisi que remite a la experiencia del arquitecto Alessandro Busiri Vici, sugiere cocinar pasta y espaguetis sin fuego: simplemente hierva agua con sal, agregue la pasta, apague la estufa y cubra. Después de unos minutos más de lo que dice el paquete, la pasta está lista para ser condimentada y servida. De esta forma, si todos aplican el “método Parisi”, se ahorrará gasolina. Una pequeña solución dadas las dificultades económicas del invierno y los ahorros forzosos.

Rechazar la propuesta sin posibilidad de pensárselo dos veces Alejandro Garzillo, alumno de Gualtiero Marchesi, chef del restaurante del hotel Villa Malpensa (nacido en Argentina ahora vive en Gazzada Schianno): «Lo siento, pero la pasta hay que cocerla en agua hirviendo. Es diferente si hablamos de arroz o de cuscús, pero la pasta no se puede remojar en agua caliente – explicó el chef -. Pruébalo, no hace falta que me lo digas: no sólo la pasta tarda el doble en cocerse en agua sin hervir, sino en esos veinte minutos, porque esto es lo que tarda en comerse la pasta o los espaguetis cocinados así , liberará el almidón tan lentamente que no tendrá consistencia, en otras palabras, no es comestible. En definitiva, en el plato no encontraremos espaguetis sino una especie de Noodles».

El ahorro de energía está bien, dice el chef Garzillo, pero sin renunciar a los platos simbólicos de nuestras tradiciones culinarias. Hay otras sugerencias que se pueden implementar, explica: «Creo que podemos preservar nuestra cultura culinaria con otras pequeñas precauciones. Por ejemplo, si realmente desea apagar primero el fuego debajo de la olla de pasta, termine de cocinar en la salsa. O podemos pensar abundantemente cuando cocinamos algo y luego recalentar o recrear, úsalo para otros alimentos. Se puede hacer con arroz, por ejemplo: el salteado es un plato excelente. O con sopa. Por supuesto que no podemos pensar en comer ensaladas o platos fríos durante todo el invierno. Siempre hay un microondas: en poco tiempo podemos calentarnos, consumiendo poca electricidad». Podemos encontrar una solución; quizás, en ese caso, sea mejor escuchar al chef aunque no sea un premio Nobel.

Gregorio Estremera

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