Guerra de declaraciones entre los dos porteros del Copenhague tras el error de Ryan en el Argentina-Australia: “Me da igual lo que pienses”.
si por la tardeAustraliaeliminada por Argentina y obligada a suspender su participación en el mundial, triste, Mat Ryan es muy dramático. Mira el 2-0 del Sudamericano en acción y lo entenderás: un regate en el área penal sobre Julián Álvarez, el balón robado por el delantero del Manchester City y luego escondido en el fondo de la red.
Pero si la tragedia ocurre en el campo -deportivo, repetimos- fuera del campo, tal vez, incluso peor. Por qué Ryan tiene que soportar la vergüenza y la humillación de ser ridiculizado por la persona que probablemente más odia en el mundo: Kamil Grabara.
¿Y quién es? Otro portero. Desde Polonia, mientras tanto: fue él quien reemplazó al lesionado Dragowski. Pero también y sobre todo Copenhague, o el club en el que Ryan ha jugado desde el verano pasado. En resumen: sus competidores por las primeras posiciones. Pues olvídense del viejo dicho del futbolista de que “lo importante es el equipo, da igual que el entrenador me deje en el banquillo”. Aquí hay mucha competencia. Bastante grande, y ni siquiera saludable.
¿Un ejemplo? Abre la aplicación de Twitter y haz clic en el perfil de Grabara. El primer tuit que salió, completo con un emoji astuto, se publicó después de que Argentina ganara 2-0. Y en su mayor parte, tal vez, no dirá nada:
“Debe ser la política, por supuesto”.
El aguijón fue Ryan, su competidor en Copenhague. Y, sí, ese es uno verdaderas burlas. La referencia hacía referencia a varias declaraciones emitidas hace algún tiempo por el portero australiano, según las cuales la pérdida de posiciones de titular en las últimas semanas se debió a “motivación política” y no puramente técnica.
Ryan había llegado a Copenhague a principios de agosto para compensar la lesión de Grabara. Que durante la recuperación de alguien no escatima en críticas al ex del ValenciaIncluso se argumentó en los medios que la decepcionante temporada del equipo se debió principalmente a la falta de seguridad y errores de los nuevos propietarios.
Grabara luego regresó, tomó su lugar y Ryan no se lo tomó bien. “Motivación política”según él, llevó a la decisión del entrenador Neestrup mandarlo al banquillo a entregar la camiseta y la pole de vuelta al Polo. Elecciones que no hacen más que alimentar el espíritu. Hasta que Grabara sedujo a Ryan tras su error en el Mundial. Completa con una respuesta perturbada de este último.
“No me sorprende. Pero tu opinión no me interesa”.
Ryan y Grabara, tras finalizar la aventura de Polonia en Qatar, se prepararán para una Difícil convivencia en Copenhague. Al menos hasta la temporada, ya veremos: el australiano, originario de la Real Sociedad, ha firmado contrato hasta junio de 2024, mientras que la vinculación del polaco expirará unos años después. Buena suerte.
Elegido por Goles
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