En Argentina, la implacable crisis económica está empujando a miles de personas al exterior. Si bien el país ha atraído durante mucho tiempo a inmigrantes de Europa y de otros países latinoamericanos, más recientemente venezolanos que huyen de la hiperinflación y el malestar político, la tendencia ahora se ha revertido por completo. subrayar Momento financiero.
España recibió a 33.600 ciudadanos argentinos en 2021. Esto ya es tres veces más que hace seis años, aunque es probable que esta cifra esté subestimada, ya que muchos argentinos tienen pasaportes españoles por descendencia. Para todos, Barcelona se ha convertido en “BA on tne Med”. Entre otros destinos favoritos de los emigrantes se encuentran Italia, Uruguay e incluso Chile, donde 10.000 argentinos han adquirido el estatus de residente desde 2017.
“Hace cinco años, ninguno de mis conocidos vivía en el extranjero”, explica Belén Ferrari, 30. Hoy, quince de sus amigos han dejado Buenos Aires y han cruzado el Atlántico para instalarse en Europa. Desde el año pasado, el propio joven periodista vive en Madrid. “En Buenos Aires viví muy pobre y tuve inflación [qui risque d’atteindre 100 % cette année, précise le Financial Times] empeorar las cosas”.
Muchos profesionales cualificados entre los expatriados
Las únicas cifras oficiales disponibles actualmente sobre esta ola de emigración muestran que al menos 50.000 argentinos salieron al exterior entre septiembre de 2020 y octubre de 2021, un promedio de 3.500 salidas por mes.
“Esto es histórico: la gente se está yendo como nunca. Y no para”, confirma Mercedes Caamaño, al frente de la agencia Cruzar El Charco (“al otro lado del océano”) en Madrid, que ofrece candidatos expatriados para ayudarlos con sus trámites. Después de vivir solo en España desde 2016, las solicitudes desde Argentina han aumentado un 40%. Entre sus clientes, numerosos profesionales altamente cualificados.
“La fe en la economía argentina se fue”, diagnosticarlo Momento financiero. Y la falta de consenso político ha frustrado las esperanzas de que el gobierno pueda implementar reformas para reducir la inflación.
“Cuando vives en Argentina, constantemente te encuentras con obstáculos. Imposible viajar: No te lo puedes permitir. Y para mantener el ritmo de la inflación, tienes que seguir renegociando tus salarios, es agotador”, explica Azul Agulla, de 29 años, que vive desde hace un año en Londres, donde también se ha formado una gran comunidad argentina. La joven no tenía intenciones de regresar a su país en el corto plazo.
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