Aez se está postulando, comprometiéndose a convertirse solo en presidenta interina y celebrando nuevas elecciones en las que no se postulará. Pero pronto, comenzó a remodelar la política exterior de Bolivia. Cristiano conservador, introdujo símbolos religiosos en el proceso estatal laico y lanzó una campaña contra los partidarios de izquierda de Morales, quien durante sus 14 años en el cargo ha destacado la importancia de la cultura indígena.
Posteriormente, su gobierno acusó a Morales de sedición y terrorismo, aunque grupos internacionales de derechos humanos dijeron que no había pruebas para respaldar las acusaciones y calificaron el caso de motivación política.
El equipo de defensa de Aez ha insistido en que en 2019 deberían intervenir para llenar el vacío de poder, pero los partidarios de Morales han calificado la destitución como un “golpe”.
En su testimonio final el viernes, Aez insistió en que en 2019 debería intervenir para llenar el vacío de poder de 2019, diciendo a los jueces que era inocente y que su ascenso al poder fue una “consecuencia de todo lo que sucedió” hace dos años. .
“No me estoy moviendo en absoluto para convertirme en presidente”, dijo Aez.
Añez, de 54 años, no tardó mucho en volverse tremendamente impopular entre el público boliviano, por razones que van desde presuntos abusos contra los derechos humanos hasta su antagonismo con el partido Movimiento al Socialismo de Morales, que sigue siendo el partido más grande de Bolivia, y quizás el más grande. importante. , su manejo de la pandemia del coronavirus y la interrupción económica que siguió.
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