jAvier Milei fue elegido presidente de Argentina principalmente por sus planes de dolarizar la economía y eliminar el peso. A primera vista, la decisión puede parecer paradójica considerando el demostrado patriotismo de los argentinos. ¿No debería ser una moneda nacional uno de los atributos más poderosos de la soberanía? Entonces, ¿por qué eliminarlo y depender de la moneda extranjera?

De hecho, el apoyo de Argentina al proyecto de dolarización total no es sorprendente. En primer lugar, los argentinos están acostumbrados a utilizar dólares. La economía argentina ha estado en gran medida dolarizada durante mucho tiempo y la hiperinflación no ha hecho más que aumentar la desconfianza de los argentinos en su moneda nacional.

Posteriormente, la sociedad argentina recordó el fracaso de la ley de convertibilidad, aprobada en 1991: en aquel momento, la nueva moneda argentina, que debía estar plenamente garantizada por reservas de divisas, había sido puesta en circulación, a través de “caja de conversión” [en français une « caisse d’émission », indexant la valeur de cette monnaie sur le dollar]salir en aquel momento de un episodio de hiperinflación.

Desesperados ante la incapacidad de las autoridades monetarias para garantizar la estabilidad monetaria, los argentinos se dejaron tentar por la solución final: la dolarización total. El discurso de Milei recibió mayor apoyo del público argentino porque presentó la dolarización, no simplemente como una reforma económica, sino como un pilar de un programa antisistema destinado a eliminar a sus enemigos políticos. El peso argentino, según Milei, refleja el peor legado de las élites contra las que lucha. pesos nada mas “moneda de casta”¡por eso se recomienda tirarlo!

Detener la hiperinflación

Si el proceso para justificar la dolarización parece sutil y ha convencido claramente a la mayoría de los argentinos, Milei y su equipo han exagerado en gran medida los beneficios esperados de la dolarización total.

El primer error fue creer que la dolarización traería estabilidad monetaria sin sacrificios. Por supuesto, la dolarización permitiría detener la hiperinflación, como ocurre en la mayoría de los países que han optado por esta opción. Sin embargo, la inflación no es necesariamente alta, porque las causas son diversas. Seguir creyendo que sólo el abuso de la impresión de dinero por parte de los bancos centrales causa fuertes aumentos de precios es ignorar las causas de la inflación destacadas por los economistas.

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