Florent Pagny siempre pudo contar con su esposa para darle buenos consejos.
El conjunto le permitió quedarse en el suelo.
A pesar de la reaparición de la enfermedad, Florent Pagny sigue promocionando su autobiografía, “Pagny by Florent” en el número de Fayard publicado este miércoles 5 de abril. PAGPara ello, concedió una entrevista en la columna Figaro donde recuerda su enfermedad y sus luchas y la doble vida que le permitió ponerse de pie y mantenerse conectado a tierra. Para ello cuenta con la Patagonia, una tierra remota donde el astro francés es un hombre como cualquier otro y en especial su mujer, Azucena.
“Mucho éxito y fama pueden volverte egoísta. Necesito una válvula. Allí, ya no soy humano y estoy feliz de construir otra vida cerca de la naturaleza. Sin mi esposa, no podría haber durado tanto. Ella es mi otra mitad, me trae lo que no tengo. Hubo antes de Azucena y después.”
Originario de Argentina, fue él quien lo convenció de pasar parte del año en Francia, parte en su país. El “método” crucial y salvavidas de un ex juez de “La Voz” que explica:
“Siempre tenía el consejo correcto, el análisis correcto. Me permite calmarme o ir más allá. Más tarde, estaba feliz de volver a Francia, de recuperar mi fama, de firmar autógrafos en los funcionarios de aduanas. Tengo la oportunidad de experimentarlos todos al mismo tiempo. Mientras estuve allí, mi canción sonaba aquí en la radio. Mi presencia es permanente. Si yo fuera actor o empleado, esta doble vida no sería posible…“
Una “doble vida” que le permite vivir mejor su propia vida y mantenerse conectado a tierra.
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