La tasa de pobreza de Argentina aumentó del 42 al 53 por ciento durante los primeros seis meses en el poder del presidente Javier Millay, dijo la agencia nacional de estadísticas. Este fuerte aumento refleja las consecuencias del programa de austeridad más intensivo en la historia del país.
El informe del gobierno de que la tasa de pobreza de seis meses de este año alcanzó su nivel más alto desde 2003, cuando Argentina fue golpeada por una gran quiebra y devaluación de la moneda, fue un golpe para el populista de derecha Millay.
Los inversores extranjeros y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que debe a Argentina 43.000 millones de dólares, han saludado hasta ahora la controvertida terapia de shock fiscal, que ha logrado reducir la inflación mensual del país del 25,5% en diciembre al 4,2% en los últimos años. meses.
La inflación en Argentina, que actualmente supera el 230% anual, es una de las más altas del mundo. Anticipando noticias negativas pocas horas antes de la publicación del informe sobre la pobreza, el portavoz de Millay intentó suavizar el golpe con una larga conferencia de prensa, diciendo que “el gobierno heredó una situación desastrosa”.
A diferencia de gobiernos anteriores que mantuvieron un gran gasto público a expensas de enormes déficits presupuestarios, Millay levantó los controles de precios, recortó los subsidios a la energía y el transporte y devaluó el peso en un 54% en diciembre tras su resolución.
Las medidas de austeridad y la desregulación han provocado una fuerte caída del poder adquisitivo y han empujado a la economía a una profunda recesión. Millay, un gigante político que hizo de la lucha contra la inflación vertiginosa de Argentina su principal promesa de campaña, cree que si su gobierno puede estabilizar los precios, el crecimiento regresará y se producirá una recuperación milagrosa.
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