La silueta es familiar. Durante treinta y seis años, Jean-Claude Massard se pavonea, con el sombrero en la cabeza y la levita sobre los hombros, en las canchas de todo el mundo, la XV jornada de Francia. París, Twickenham, Murrayfield, Millennium, Lansdowne Road, pero también Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia, Argentina, Japón, Samoa, Tonga… El rugby lleva a este provenzal, seguidor habitual convertido en mascota oficial, por todo el mundo. En 1986, el ventilador No. Este 1, inspirado en Ken Baily, inseparable de la selección de Inglaterra (fútbol, rugby, baloncesto, etc.), se convirtió en este personaje importante con los Blues. Con ellos, en medio de ellos, vivió momentos inolvidables en el Torneo (Cinco, luego Seis Naciones), en la Copa del Mundo, pero también en giras por el Hemisferio Sur.
“Después de ir a un sastre de Avignon por mi traje, fui al Parc des Princesdijo Jean-Claude Massat de su primera aparición como mascota, durante la Francia-Británica, en marzo de 1986. Allí tuve la oportunidad de conocer a mi colega inglés. (Ken Bailey) autorizado a entrar en la página. Entonces, me atreví, lo seguí y aceptaron que lo acompañara. todo empezó así. “El comienzo de una vida apasionante tras la selección francesa, durante generaciones. ¿Anécdotas? Jean-Claude Massard puede contar decenas. Qué escribir un libro. Incluso unos pocos volúmenes.
“día (17 de febrero de 1996) donde aprieto ‘Alondra’ a todos los puestos en Lansdowne Road (nuevo Estadio Aviva en Dublín) seguirá siendo famoso“, todavía es divertido hablar de alguien que solía ser un jugador de rugby, un jugador animado”en Gachassin“, de los 13 a los 47 años en las filas del club local y en Noves. “¡Está bien!“
Pero el sábado, la historia terminará. Jean-Claude Massard decidió. Casi 80, ha llegado el momento. Y lo eligió con cuidado: en su territorio, en Marsella, para Francia-Sudáfrica, el duelo entre los “campeones de Europa” y los campeones del mundo. ¿Que es mejor? Esa noche, vestido con su traje de escenario, pensaría en los años pasados de azul, con los Blues, él tan apegado a su pueblo de Plan d’Orgon. Allí, en su casa, donde banderas, camisetas se mezclan con recuerdos que apenas caben en muchas carpetas, lo conocimos hace unos días. Allí, muy cerca del cartel de salida de la comuna. Un símbolo para el hombre que siempre se debate entre sus raíces en los Planes y su deseo de vagar. En azul, blanco, rojo.
“Típico ninja de la televisión. Amante de la cultura pop. Experto en Internet. Aficionado al alcohol. Aspirante a analista. Aficionado general al tocino”.