Crisis política en Libia, Cyrenaica nombra a su primer ministro

Aplazamiento de elecciones

Libia acabó así con dos primeros ministros cuando, en realidad, no debería haberlos. Dbeibah, quien fue designado en febrero para encabezar el gobierno de acuerdo nacional, había renunciado a fines de diciembre para participar en las elecciones presidenciales del 24 de diciembre (pese a haber declarado que no se presentaría). Una elección a la que las Naciones Unidas y Occidente apuntan con fuerza, pero que se pospuso varios días antes de la votación debido al clima hostil, por decir lo menos. La Comisión Electoral, de hecho, no ha aprobado cientos de candidaturas, la falta de acuerdo sobre la mal nacida ley electoral y la competencia habitual han dado paso a una serie de enfrentamientos armados que hacen inevitable el aplazamiento de las elecciones. .voto (aplazado a una fecha por determinar). Así Dbeibah decidió volver a su puesto y ocupar el puesto de primer ministro que quedaría vacante. A la decisión se opuso el Parlamento de Tobruk, que considera que su mandato expiró el 24 de diciembre y votó en censura hace unas semanas.

La cita no está clara

El jueves se llevó a cabo la décima cita de Bashaga, que se llevó a cabo con una operación poco clara. Momentos antes, de hecho, el presidente parlamentario, Aguila Saleh, dijo a los legisladores en una sesión de televisión que Bashaga había sido el único candidato para el cargo desde que renunció otro contendiente, Khalid al-Baibas. Al-Baibas, sin embargo, lo disputaría. Bashaga seguirá contando con el apoyo de las fuerzas armadas dirigidas por el general Khalifa Haftar, LNA.

Pero, ¿quién es Fathi Bashaga? Ex piloto y hombre de negocios de 59 años, es una de las figuras más influyentes en el oeste de Libia. Su estrecha asociación con los Hermanos Musulmanes, el movimiento islamista que Haftar despreció, cuando era ministro del Interior (2018 – principios de 2021), ha cultivado pocos lazos con todos los países involucrados en Libia. Con Turquía, Francia y Estados Unidos, pero también con Egipto y Rusia. Se cree que tiene vínculos con la milicia Misrata, que es protagonista en la defensa de Trípoli contra los ataques lanzados por Haftar en 2019. Como enemigos, Bashaga y Haftar ahora se convertirán en aliados.

Un movimiento que baraja las cartas

La movida del Parlamento de Tobruk dio la vuelta a las cosas y asestó un duro golpe a los países europeos, a la cabeza de Italia, que es el más cercano a Dbeibah (y que tiene previsto acudir a las urnas en cinco meses) y que considera las elecciones un paso fundamental.

La ONU reiteró el jueves por la noche que continúa apoyando a Dbeibah como primer ministro de Libia. El cual contará con el apoyo del Alto Consejo de Estado de Libia, que tiene su sede en Trípoli. Las posiciones de los países extranjeros involucrados en Libia, en particular Rusia y Turquía (pero también los Emiratos Árabes Unidos y Egipto), aún no se conocen. Pero sin su consentimiento, ahora no se hace nada en Libia.

Adelmira Dorado

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