BUENOS AIRES, ARGENTINA –
Un juez argentino suspendió el miércoles los cambios a la legislación laboral que formaban parte de las decisiones de reforma económica y desregulación anunciadas por el nuevo presidente libertario del país, Javier Milei.
El organismo sindical CGT se opuso a los cambios, que técnicamente entraron en vigor el viernes pasado, argumentando que erosionan protecciones clave de los trabajadores, como el derecho de huelga y la licencia parental.
Los jueces de la Cámara de Apelaciones del Trabajo de Argentina suspendieron varios elementos de la decisión de Milei, que incluían aumentar el período de prueba oficial de empleo de tres a ocho meses, reducir la indemnización en caso de despido y recortar las licencias de maternidad.
El juez Alejandro Sudera cuestionó la “necesidad” y “urgencia” de la decisión firmada por Milei el 20 de diciembre –pocos días después de asumir el cargo– y suspendió la medida hasta que pudiera ser debidamente examinada por el Congreso.
Algunas de las medidas, añadió Sudera en una decisión compartida con los medios, parecen ser “de naturaleza represiva o punitiva” y no está claro cómo su implementación ayudará al objetivo de Milei de “crear empleos reales”.
El gobierno puede apelar la decisión del miércoles.
Miles de personas salieron a las calles la semana pasada para protestar por las reformas del autoproclamado “anarcocapitalista” Milei, quien ganó las elecciones en noviembre con la promesa de recortar el gasto estatal mientras Argentina enfrenta una crisis económica, incluida una inflación de tres dígitos.
La CGT convocó a una huelga general el 24 de enero.
“Reconstruir el país”
ARCHIVO – El presidente argentino Javier Milei asiste a las celebraciones de Hanukkah en Buenos Aires, el 12 de diciembre de 2023. Milei dijo que el objetivo de sus decisiones económicas era “iniciar el camino de la reconstrucción del país”.
Las medidas han provocado un acalorado debate entre los expertos jurídicos sobre su constitucionalidad y han sido objeto de numerosos recursos judiciales.
Cuando anunció su decisión, Milei dijo que su objetivo era “iniciar el camino de la reconstrucción del país… y comenzar a revertir una gran cantidad de regulaciones que han ralentizado y obstaculizado el crecimiento económico”.
El decreto cambia o elimina más de 350 reglas económicas en un país acostumbrado a la intervención estatal masiva en los mercados.
Esta ley abolió las leyes que regulaban los alquileres, previó la privatización de empresas estatales y puso fin a unos 7.000 contratos de servicio civil.
La tercera economía más grande de América Latina está en crisis después de décadas de deuda y mala gestión financiera, con una inflación que supera el 160% año tras año y el 40% de los argentinos viven en la pobreza.
Milei prometió frenar la inflación, pero advirtió que lidiar con los “shocks” económicos era la única solución y que la situación empeoraría antes de mejorar.
Ganó las elecciones de manera brillante
El hombre de 53 años obtuvo una contundente victoria electoral en medio de la ira por la crisis económica que atraviesa el país desde hace décadas, caracterizada por la deuda, la impresión desenfrenada de dinero, la inflación y los déficits fiscales.
Milei apunta a recortes de gasto del 5% del producto interno bruto.
Poco después de asumir el cargo, su gobierno devaluó el peso argentino en más del 50% y anunció importantes recortes en los subsidios estatales al combustible y al transporte.
Milei también anunció el cese de todos los nuevos proyectos de construcción pública y la suspensión de la publicidad estatal durante un año.
La sociedad argentina todavía se ve afectada por una hiperinflación que alcanzó el 3.000 por ciento en 1989 y 1990 y un dramático auge económico en 2001.
“Pionero de Internet. Alborotador. Apasionado amante del alcohol. Defensor de la cerveza. Zombie ninja”.