Cuando a mediados de marzo, Javier Milei, nuevo representante libertario de Argentina [il se définit comme anarcho-capitaliste], celebró por tercera vez la lotería para ganar asignaciones parlamentarias, participaron 2 millones de personas. Eso es casi el 5% de la población argentina.
La afortunada ganadora, Cecilia Agüero, de 26 años, de la provincia de Buenos Aires, dijo que tenía la intención de gastar 350.000 pesos. [2 900 euros] para completar la tarea.
Por un tiempo, este recién llegado estuvo tentado a ser marginado, experto en brillantez, pero que no tenía ninguna posibilidad de penetrar el panorama político de Argentina, dominado por la coalición peronista gobernante y la oposición de centro-derecha.
Cerrar el banco central y adoptar el dólar
¿Cómo podemos tomar en serio a este humilde profesor de economía y locutor de radio, no estar orgullosos? “nunca” peinando su cabello rebelde. “Prefiero cortarme la mano que subir los impuestos” dijo en 2020.
Según Milei, las disputas perennes de Argentina con acreedores internacionales como el Fondo Monetario Internacional y su uso constante de controles de capital son muy fáciles de resolver: basta con cerrar el banco central y dolarizar la economía.
La llamada también es muy simple: “¡Viva la libertad, maldita sea!” Tras el asesinato de un comerciante en Buenos Aires durante un robo en noviembre pasado, [une affaire] que había conmocionado las emociones del país, Milei no dudó en tratar al Ministro del Interior como un “Hijo de puta” en Twitter cuando este último dijo: “Son cosas que pasan”.
Pero la élite política argentina se rió a carcajadas. Milei y sus aliados ultraliberales obtuvieron el 17% de los votos en Buenos Aires en las elecciones intermedias del otoño pasado, usurpando una valiosa mayoría de la oposición.
La fiesta, La L
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