Keylor Navas es uno de los porteros más experimentados y exitosos del fútbol europeo y, contrariamente a lo que muchos podrían pensar, su camino hacia la cima estuvo plagado de probabilidades muy injustas. Bueno, a pesar del talento innegable, los jugadores siempre tienen que lidiar con el rechazo de donde vienen.
La nacionalidad es el factor decisivo cuando los equipos de élite hacen fichajes, porque si un prospecto (como Keylor hace unos años) no tiene pasaporte comunitario, las condiciones tienen que ser muy superiores a las que otorgan los futbolistas europeos. es uno de sus raros lugares extra comunitarios.
De hecho, a lo largo de la historia este puesto ha estado reservado para jugadores de Brasil, Argentina y Uruguay, por lo que la idea de tener a un jugador centroamericano en un equipo de la máxima categoría es una locura absoluta.
Sin embargo, Keylor Navas consiguió romper ese estigma y convertirlo en portero, el puesto más complicado y exclusivo de todos.
Keylor, que pasó sus primeros años como profesional en el Deportivo Saprissa de su Costa Rica natal, tuvo que hacer varios sacrificios para llamar la atención del Albacete, equipo que jugaba en la segunda división de España a mediados de 2010.
El guardameta firmó un contrato muy modesto y abandonó su continente con la esperanza de hacer un buen trabajo y ascender poco a poco a lo más alto.
Keylor Navas tiene que esforzarse más para triunfar en Europa
“Keylor una vez me lo contó; su pecado mortal es ser tico, basicamente eso es y eso es lo mas triste. Por no hablar de una situación en la que podemos creer que esto es un acto xenófobo, pero siempre será difícil para los latinoamericanos en Europa”.comenta Luis Fernando Suárez, entrenador de Costa Rica, durante una entrevista para ESPN.
A pesar de todo el estigma y la rudeza que soportó, el talento y la disciplina de Keylor Navas dieron sus frutos. Tras llegar a primera división con el Levante y brillar con su equipo en el Mundial de Brasil 2014, Tico firmó un contrato histórico con el Real Madrid, equipo en el que jugó durante cinco temporadas hasta que fichó por el PSG de Francia.
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