En Argentina, ha llegado el momento de revisar el primer año en el poder del presidente de centroderecha Mauricio Macri. Los resultados fueron mixtos, ya que la economía estaba en recesión y las protestas sociales aumentaron.
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Muchos de los que votaron por el cambio, después de doce años de peronismo en el poder, todavía creen Mauricio Macri. La prueba es que su popularidad sigue siendo alta, entre el 54 y el 56% según las encuestas de opinión. Macri estaba extrañamente decepcionado de que el área en la que pensábamos que tendría éxito, es decir, la economía, estuviera paralizada por el dirigismo de Cristina Kirchner.
La recesión se profundiza
Inmediatamente implementó las reformas que había anunciado, incluida la eliminación de los controles cambiarios y de importación, así como muchas cargas para las empresas. Sin embargo, la recuperación que se esperaba que se produjera en el segundo semestre de este año no se produjo. Además, la inflación, que dijo que quería combatir, está regresando, especialmente debido al aumento de los precios de los servicios públicos. Como resultado, se profundizó la recesión que comenzó durante el gobierno de Cristina Kirchner. Y se han perdido decenas de miles de puestos de trabajo.
Esto explica las manifestaciones contra el gobierno. Pero los manifestantes fueron reclutados entre los más pobres, que prefieren votar peronismo hace un año. En general, quienes votaron por Macri le creyeron cuando dijo que su legado era más pesado de lo esperado y que la recuperación se produciría en 2017.
Alianza con la oposición
El miedo a una explosión social no es el escenario más probable, ya que el gobierno de Macri no es un gobierno liberal clásico. Esto proviene de una coalición que incluye partidos centristas e incluso de centroizquierda. Esto explica por qué, sin mayoría en el Parlamento, pudo aprobar la mayoría de los proyectos de ley que propuso gracias a su alianza con la oposición.
Además, en lugar de reducir la asistencia social, el gobierno en realidad la aumentó. En este caso hay que destacar la actuación de la Ministra de Asuntos Sociales, Carolina Stanley, que logró ganarse la confianza de los movimientos sociales.
Macri espera recuperación económica
Reavivar la economía es el gran desafío del gobierno en 2017. Pero para los argentinos, los cambios que votaron hace un año son también otra forma de hacer política. Y varias figuras del equipo de Macri personifican esas aspiraciones. Mujeres, especialmente. La vicepresidenta Gabriela Michetti, la ministra Carolina Stanley, designaron, y más aún a María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, donde vive el 40% de la población.
Lanzó una lucha contra la corrupción y la mafia que lo convirtió hoy en día en la figura política más popular del país. El futuro de Macri y quizás el de Argentina también dependen en gran medida de su éxito.
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