En Argentina, la seguridad alimentaria no está garantizada durante la niñez y la adolescencia para 3 de cada 10 niños y niñas, y continúan existiendo grandes déficits en el acceso a la salud y la educación. El Observatorio Argentino de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (Odsa-Uca) presenta un informe sobre infancia “Las condiciones de vida y desarrollo de la niñez: continuidad y rebrotes de la salida a la pandemia”. Los datos presentados consideran el contexto de aislamiento social y distanciamiento, referido a los años 2020-2021 que está marcado por una pandemia. El estudio contó con la participación de miembros experimentados de la Sociedad Argentina de Pediatría (Sap).
La inauguración estuvo a cargo de Miguel Ángel Schiavone (Uca). El informe fue presentado por Ianina Tuñón, coordinadora del Barómetro de la Deuda Social Infantil (por Odsa-Uca).
Ocho indicadores fueron examinados por el informe: derecho a la alimentación, salud, hábitat adecuado, derecho al sustento, derecho a la educación y socialización, derecho a la información, derecho a la educación y protección social del trabajo infantil.
Si bien se presta mucha atención a la evolución de la incidencia de los déficits, privaciones y privaciones que experimentan los niños en cada dimensión, también se observan las desigualdades sociodemográficas, socioeconómicas y urbanas.
La tasa de escasez de alimentos ha aumentado significativamente desde 2018, alcanzando un pico en 2020, con un 37,2% de niños y jóvenes en situación de riesgo alimentario. La situación pospandemia en 2021 volvió a los niveles de 2018 y 2019, que fue del 29,2%. También en 2021, el 14,9% de los jóvenes se encuentra en situación de “hambruna” por problemas económicos.
Si bien se ha observado variación en los últimos 10 años, es constante que más de la mitad de la población tiene como única opción de tratamiento el sistema estatal de salud. Se estima que el 27,4% de los niños y niñas no ha tenido visita médica preventiva en los últimos 12 meses y el 57,9% no ha consultado al odontólogo entre los 3 y los 17 años en el mismo período de tiempo. En el nivel primario, la tasa de deserción temprana es menor que en el nivel secundario, aunque es el doble del promedio histórico. El déficit de educación básica en 2021 llegará al 11,5% de los niños.