El presidente ultraliberal de Argentina, Javier Milei, dijo el viernes, en su primer discurso sobre el Estado de la Unión, que estaba decidido a impulsar sus reformas “con o sin apoyo político”, y advirtió a un Parlamento hasta ahora reacio que estaba listo “para el conflicto”.
Al mismo tiempo, llamó a los argentinos a mostrar “paciencia y confianza” ante la desregulación y las medidas de austeridad presupuestaria.
“Todavía pasará tiempo antes de que podamos cosechar los frutos de la consolidación y la reforma económicas (…) pero, por primera vez en la historia, estamos abordando el problema basándose en sus causas. “Para eso les pido paciencia y confianza”, dijo. dicho.
“Estos esfuerzos darán frutos”, aseguró Milei, cuyo gobierno en menos de tres meses ha llevado a cabo una devaluación de más del 50%, una liberalización de precios, una desregulación generalizada y drásticos recortes presupuestarios.
Ofensivamente, advirtió a los legisladores que, en febrero, dieron su primer revés al derogar un ambicioso conjunto de reformas desreguladoras (660 disposiciones). “Vamos a cambiar este país para siempre (…) con o sin el apoyo de los líderes políticos, con todos los recursos legales del poder ejecutivo”.
Recordó a los diputados que en las últimas semanas se ha autodenominado “nido de ratas”, “corrupto”, “símbolo de casta política”, que a través de decisiones, cambios regulatorios o proyectos de ley, tiene las herramientas para “luchar contra el déficit presupuestario”. . , que para nosotros es la madre de las batallas.
“Si buscas conflicto, encontrarás conflicto”, amenazó.
Sin embargo, el Jefe de Estado tendió la mano a la clase política, a influyentes gobernadores provinciales, líderes de partidos y ex presidentes, para formar un “nuevo contrato social”, basado en diez principios liberales: equilibrio “no negociable” del presupuesto, “ Inviolabilidad” de la propiedad privada demandada”, el gasto público se redujo al nivel “histórico” del 25% del PIB, concretamente.
– “Carne a la parrilla” –
Un “Pacto de Mayo”, como lo llamó, que sería firmado simbólicamente en Córdoba (norte) el 25 de mayo, aniversario de la revolución (1810) que condujo a la independencia (1816).
Milei, a pesar de su autopresentación a menudo transgresora, había programado su discurso para el horario de máxima audiencia, a las 21 horas, para que “el mayor número posible de argentinos pudieran escuchar al presidente después del trabajo”, según la oficina presidencial.
Examinó 20 años de políticas gubernamentales “empobrecedoras” y las calificó de “moralmente en bancarrota e intrínsecamente injustas” que sólo beneficiaban a las “castas políticas”.
También anunció un proyecto de ley contra las castas, con varias propuestas, entre ellas limitar el mandato de los líderes sindicales, reducir el número de asistentes parlamentarios y poner fin a los beneficios para los ex presidentes.
También anunció el cierre de la oficina de prensa pública de Télam (alrededor de 700 empleados), uno de los medios de comunicación que preocupan al nuevo gobierno y que, según dijo, se había convertido en un “agente de propaganda” del gobierno peronista.
El discurso ofensivo “que calienta toda la carne”, fue saludado por el diputado pro Milei José Luis Espert a la AFP.
Por el contrario, la legisladora de izquierda Myriam Bregman denunció la “cortina de humo para evitar hablar de lo que estamos viviendo: los precios disparatados, la escasez de alimentos en los comedores sociales y el aumento de los alquileres”.
“Esto me revuelve el estómago. Lo que está sucediendo es el exterminio de los pobres”, dijo enojada Elba Sarmiento, una artesana de 37 años entre varios cientos de manifestantes en la Plaza del Parlamento.
Milei “tiene un tono radicalizado, confrontacional, de ‘todo o nada’ para sustentar su narrativa de ‘estamos emprendiendo un cambio estructural'”, analizó para la AFP el politólogo Iván Schuliaquer.
El presidente, que pregonó los resultados iniciales (un superávit presupuestario mensual en enero, sin precedentes en 12 años) se siente tranquilizado por ahora con los resultados de la encuesta. A pesar de las turbulencias en el poder adquisitivo, la imagen positiva sigue rondando el 50%, no muy lejos de la puntuación obtenida en las elecciones presidenciales (56%).
Sobre la economía “+hay que hacer algo+, o ‘hay que aceptar y defender’, es lo que dijo la mayoría de los votantes de Milei en nuestra encuesta”, afirmó el encuestador de la AFP Raúl Timmerman. Otros, los que votaron en contra, “dijeron que ‘podría estallar en cualquier momento'”.
publicado el 2 de marzo a las 08:32, AFP
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