Casi un año después de lanzar el billete de 2.000 pesos, Argentina, con la inflación aún fuera de control y su moneda aún frágil, lanzó el martes un billete de 10.000 pesos, la denominación más grande actualmente en circulación.

El Banco Central (BCRA) anunció la circulación de billetes de 10.000 pesos (unos 11 dólares), específicamente “para facilitar las transacciones”. Y, “para el último trimestre del año”, el lanzamiento del billete de 20.000 pesos.

Hace exactamente un año, el gobierno anterior (peronista, de centro izquierda) lanzó el billete de 2.000 pesos (8,50 dólares en ese momento en el cambio oficial, pero ahora 2,20 dólares), para contrarrestar la depreciación de la moneda en curso y la inflación ya devoradora (+211 % para 2023).

El gobierno ha cambiado y el nuevo presidente ultraliberal, Javier Milei, está llevando a cabo medidas de austeridad sobre la economía y el país, tras una fuerte devaluación. Pero la inflación ha tardado en caer (+51% en el primer trimestre) y el peso, aunque estable en alrededor de 900 por dólar, todavía está sobrevaluado a los ojos de muchos economistas.

El gobierno prefería una depreciación lenta, gradual y controlada, pero los bancos exigieron denominaciones más grandes del billete de 2.000 pesos. Hoy en día, por 2.000 pesos se puede comprar un café y una media luna en Buenos Aires en un local de clase baja.

Esta nueva denominación cuenta con estatuas de Manuel Belgrano y María Remedios del Valle, próceres de la independencia.

La entrada en circulación de estas nuevas denominaciones plantea interrogantes sobre el futuro de los billetes de 10 o 20 pesos (1 o 2 céntimos), que consumidores y comerciantes ya ni siquiera cuentan, según la prensa. Sin embargo, el efectivo sigue siendo importante en la economía informal: el 47% del empleo informal, según la Organización Internacional del Trabajo.

© 2024 AFP

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