En Argentina, una epidemia de gripe aviar ha matado a 220 flamencos en la provincia noroccidental de Catamarca, lo que ha dejado a la especie al borde de la extinción. Las aves muertas pertenecían a una especie de flamenco de James -nombre científico Phoenicoparrus jamesi-, también conocido como flamenco de puna, que vive a gran altura en Argentina, Bolivia, Chile y Perú.

Este número de víctimas en rápido aumento fue confirmado por Anabella Ahumada, responsable de biodiversidad, con base en pruebas realizadas a flamencos encontrados muertos, y todos dieron positivo a gripe aviar. Las lagunas de la región también albergan otras dos especies de flamencos, pero hasta ahora sólo parece haber sido infectado el flamenco de James.

Las autoridades locales han asegurado que han implementado medidas para contener la propagación del virus y han advertido a los vecinos que no deben tocar animales muertos para evitar contagios. Esta especie extinta está clasificada como “casi amenazada” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La cepa H5N1 del virus de la gripe aviar se está propagando actualmente por toda América del Sur y es muy mortal y puede infectar a una bandada entera en cuestión de días. El peligro también afecta a los humanos y otros mamíferos, que corren el riesgo de transmitirse a través de las heces y la saliva. En agosto pasado, más de 50 lobos marinos murieron a causa de la gripe aviar en la costa atlántica de Argentina, y a principios de este año se encontraron miles de lobos marinos muertos en Chile y Perú.