Jorge Sampaoli. EPA
gran compensación — En caso de despido antes de la próxima Copa América, que se celebrará dentro de un año en Brasil, la AFA tendría que compensar a Sampaoli con un cheque de 20 millones de dólares. Una cifra desproporcionada, que actualmente frena cualquier hipótesis de cambio a pesar de que el técnico ha sido claramente abandonado por prensa, aficionados y jugadores. Quizás también fue por eso que el presidente federal confirmó públicamente al seleccionador tras el primer cara a cara tras la eliminación mundial a manos de Francia. Por otro lado, el número uno federal ya había levantado la mano hace unos cincuenta días, asegurando que Sampaoli se quedaría pese a que Argentina no había pasado de la primera fase.
líder no deseado — De hecho, se ha vuelto difícil, si no imposible, justificar la decisión de Sampaoli de quedarse. Es difícil a los ojos de la sociedad, que a través de una encuesta promovida por OL pidió su excepción con el porcentaje búlgaro (84%). Incluso fue difícil afrontar la presión de la prensa y, especialmente, del vestuario, que ya había desanimado al técnico durante el Mundial. Simbólico, en este caso, es el hecho de que un jugador como Agüero “se olvidó” sólo de Sampaoli en el agradecimiento publicado en Instagram, donde enumeraba a sus compañeros y a todo el personal, desde fisioterapeutas hasta cocineros y guardias de seguridad.
sueño — Mientras tanto, considerando la salida de Sampaoli como algo natural a corto plazo, los aficionados ya miran hacia el futuro. Los primeros nombres ya están en la lista: Diego Simeone, favorito absoluto con el 35% de las preferencias expresadas por 75 mil electores en una encuesta sugerida por Ol, y el nombre de Marcelo Gallardo, actual entrenador de River Plate que reunió el 30%. . . Una solución sugerente pero también complicada (sobre todo en lo que respecta al Cholo). Los nombres de Ricardo Gareca, Mauricio Pochettino y Matías Almeyda parecen cada vez más lejanos. Es posible que la lista de candidatos al banquillo albiceleste se enriquezca con otros nombres. Porque la única certeza que el jugador argentino ya no quiere escuchar es Jorge Sampaoli.
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