SAN JUAN (Argentina) – No fue una preparación sencilla, lo que llevó a Argentina al súper partido contra Brasil. A partidos que pueden garantizar que la selección de Scaloni gane sus propias fichas para el Mundial en Qatar, pero el equipo venía con mucho miedo. El aterrizaje en San Juan, donde se realizará el desafío esta noche, resultó muy complicado porque fuertes vientos que se levantan en un radio de 12 kilómetros sobre la ciudad a la llegada del avión con la Albiceleste a bordo.
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Miedo por Argentina
Ráfagas de viento de 75 kilómetros por hora provocaron que la torre de control del aeropuerto internacional de San Juan retrasara el aterrizaje, lo que obligó al avión a permanecer 30 minutos más a gran altura, sobrevolando la estructura. En un momento incluso se tomó consideran la posibilidad de trasladar el desembarco a Mendoza y luego pidió a la Argentina recorrer 174 kilómetros por tierra. Luego, sin embargo, finalmente llegó el visto bueno para el descenso, que procedió a salvo a su destino original. Una vez en tierra los problemas no terminaron, pues nuevamente por una ráfaga de viento la delegación argentina se vio obligada a permanecer un buen rato en el avión antes de partir. Un miedo enorme que todos evitarían felizmente, en definitiva, sobre todo teniendo en cuenta un partido tan importante. “Pero podría haber sido peor”, comentó un portavoz de la selección albiceleste.
