A medida que se acerca la Copa América, que eventualmente se realizará del 13 de junio al 10 de julio, Argentina, bajo estricto confinamiento por nueve días a partir del sábado, anunció el martes una exención de las restricciones sanitarias para los eventos deportivos internacionales.
Una decisión administrativa a solicitud del Ministerio de Turismo y Deportes concede excepciones a: “prohibición de circulación en el territorio nacional” y para “entrenamiento de atletas profesionales” bajo las restricciones sanitarias impuestas por el gobierno, mientras que Argentina es uno de los países del mundo con mayor número de contagios y muertes por millón de habitantes en los últimos 14 días.
Redistribución compleja
Colombia, otra nación anfitriona nativa, sacudida por violentas protestas sociales contra el gobierno, ha pedido la postergación de la competencia. Pero por eso terminó siendo expulsado de la organización hace unos días.
La CONMEBOL, órgano rector del fútbol sudamericano, deberá decidir dónde se reprogramarán los 15 partidos programados en Colombia, incluida la final del 10 de julio. El presidente argentino Alberto Fernández dice que está listo para albergar todas las competencias “siempre y cuando todos respeten estrictamente las condiciones y protocolos de control”, incluyendo la celebración de reuniones privadas. El Campeonato Nacional Argentino sigue suspendido hasta el 30 de mayo.
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