El Segundo Congreso Internacional sobre Cambio Climático y Biodiversidad se inauguró el 29 de septiembre en la Pontificia Universidad Católica Argentina. En un mensaje de video, el cardenal Michael Czerny recordó las ideas de la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco y la importancia de apostar por las realidades locales y las generaciones más jóvenes.
El Cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, envió un mensaje en video a los participantes del Segundo Congreso Internacional sobre Cambio Climático y Biodiversidad que se inauguró este jueves en la Universidad Pontificia Argentina. “Como saben, hace siete años el Santo Padre Francisco publicó su encíclica Laudato si’ en la que discutía la “invitación urgente a un nuevo diálogo sobre cómo construimos el futuro del planeta”” subraya el cardenal canadiense.
Con este texto, el Papa Francisco insta al diálogo hacia nuevas políticas nacionales y locales en las que “no sólo hay ganadores y perdedores entre los países, sino también dentro de los países pobres, donde se identifican diferentes responsabilidades. (LS, 176)» él recuerda.
En su encíclica, el Papa Francisco nos invita a no centrarnos exclusivamente en las negociaciones entre estados, “sino pensar integralmente en temas ambientales y de desarrollo económico, con mayor énfasis en las políticas locales, en acciones más cercanas a los que más sufren” continuó el cardenal Czerny.
Es importante alejarse de la dinámica política de centrarse en los resultados inmediatos y las negociaciones de alto nivel, que hasta hace poco defendía la población más consuntiva de nuestro mundo global, explicó, aunque haya experiencias positivas como la de Basilea. Convenio sobre residuos peligrosos y Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono.
Interesado en una pequeña realidad local
El Prefecto del Dicasterio para los Servicios de Desarrollo Humano Integral vuelve a subrayar la importancia de interesarse “para las pequeñas realidades locales, como la venta directa de fincas y la gestión de la tierra, la energía autogenerada por la comunidad, el reciclaje, la agricultura rotativa y muchas otras iniciativas a pequeña escala pero de alto impacto”.
Así, las iniciativas diseñadas por las comunidades locales “testigos de cómo superar la impotencia para asumir la responsabilidad en el orden global” enfatizó.
El futuro consiste en saber aprovechar los recursos que nos ofrece nuestra casa común escuchando a quienes tienen la custodia de la semilla, es decir, la nueva generación, “que tienen esperanzas y sueños que debemos cuidar y guiar” explicó el cardenal Czerny.
Para hacer frente a los desafíos que plantea el cambio climático y la protección de la diversidad, es esencial una cultura del encuentro, concluye, citando otra encíclica de Francisco, Fratelli Tutti: “Las diferentes culturas, que han producido su riqueza durante siglos, deben ser preservadas para que este mundo no se empobrezca. Esto sin dejar de estimularlos a que inventen algo nuevo en su encuentro con otra realidad. (FT, 134).
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