Era una lanza, lanzada con el sabor de la fórmula que había mantenido en secreto. “Bufanda y palo [présidentiels], es un poco [de pouvoir] », desafió a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, durante una sesión de Eurolat, la asamblea parlamentaria de la Unión Europea y América Latina, en Buenos Aires, el miércoles 13 de abril. “Hablamos de poder cuando alguien toma una decisión y es aceptada por toda la sociedad. Eso es fuerza”. Recientemente nombrado exjefe de Estado (2007-2015). Implicado: el presidente Alberto Fernández (no relacionado) es un títere. ¿Se esperan señales de acercamiento? Con este estallido de traición se completó la crisis que sacudió a la coalición gobernante de centroizquierda.
Las grietas en el Frente de Todos, formado a raíz de las elecciones presidenciales de 2019, siguen ampliándose, organizándose, más allá de animosidades personales, en torno a dos líneas ideológicas, a saber, la del presidente -más moderado- y la de el vicepresidente. . Estos últimos encarnaban el ala izquierda de su familia más política, los peronistas. Especialmente Cristina Fernández de Kirchner, quien, en 2019, hizo este sorprendente anuncio: al no presentarse a la presidencia, se hizo a un lado, se hizo pasar por futura vicepresidenta y postuló a un candidato para la Casa Rosada, el palacio presidencial: era Alberto Fernández, con reputación de gente a la que le gusta el diálogo. La elección de reenfocar es sabia: si el exjefe de Estado tiene una base de votantes con una lealtad inquebrantable, su figura resulta ser demasiado divisiva para hacer una red más amplia. En ese momento, todos se preguntaron: ¿”Cristina” moverá los hilos en la sombra, o dejará que “Alberto” gobierne?
Deuda que divide
Muy acertado en el inicio de la gestión de la pandemia -el momento más brillante del presidente que luego logró instalar la imagen de un jefe de Estado educador y protector-, el vicepresidente peinó su propia coalición, en carta publicada en octubre de 2020reproche de manera sibilina “PNS que no trabajan”. Casi un año después, la derrota de las elecciones legislativas preliminares de septiembre de 2021 aún suscita disonancias internas. Nuevamente en una carta publicada en su sitio web que el vicepresidente indicó sus requisitos. Reclama a Alberto Fernández “hacer honor” su decisión de nominarlo para presidente. Parte del gobierno se reorganizó el 17 de septiembre.
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