Al anunciar el milenio, el Proyecto Gotan lanza olas desde París. Y varios otros, a ambos lados del Río de la Plata o del Atlántico, se sumaron luego al baile reinterpretando el tango a través de una lente electrónica. Vuelve a casa o se relaja en el Tango Fusion Club de Múnich; sensual con Carlos Libedinsky; tragicomedia con piano y violonchelo Tango Crash; roto, reordenado y muy revelador con Bajofondo saliendo en defensa de Mar Dulce, su último trabajo, en La Tulipe el lunes por la noche. Montreal fue el primero.
Vienen de Argentina y Uruguay, comenzaron bajo el nombre de Bajofondo Tangoclub, lanzaron su primer álbum en 2002, luego abandonaron su nombre Tangoclub para enfatizar claramente el carácter diferente de la música que no solo inspiró a los grandes del género portègne. “Tratamos de darle al tango respeto y falta de respeto a partes iguales”, dice Luciano Supervielle, teclista franco-uruguayo de Bajofondo. “No hablamos de esto como turistas. Necesitamos conocerlo para poder visitarlo bien, pero también tenemos que saber mantenerlo alejado, aunque eso signifique luchar contra él. Esto es parte de nuestro trabajo experimental”.
Cuatro artistas argentinos y cuatro uruguayos reunidos en torno a Gustavo Santaolalla y Juan Campodonico, dos reconocidos productores del Sur, trabajan colectivamente y juntos para trazar un retrato contemporáneo de las dos grandes capitales de Buenos Aires y Montevideo. Electrónica, rock, hip-hop, pero también varios géneros de dos países vecinos como la milonga, la murga e incluso el candombe. Muy antiguo para ser exactos. “La influencia afro sigue siendo más fuerte en Uruguay que en Argentina y en Mar Dulce, nuestro último álbum, la fallecida Lágrima Ríos, una cantante negra que unió el tango y el candombe, ofrece una canción”.
Bajofondo significa tierra baja, subterránea, subterránea. Comparado con Gotan Project, el ritmo parece más cuadrado, más cercano a una sensación de urgencia callejera. Mantenemos el efecto principal del tango. Nacimos desde un carácter minimalista, unas notas de bandoneón o unos golpes de piano. Agregamos efectos de cuerdas retro, parlando en español, canto apasionado. Los invitados fueron numerosos, tanto del Sur como del Norte: los raperos La Mala Rodríguez, Juan Subira y Gustavo Cerati, entre los principales personajes de la cultura rock actual; pero también Elvis Costello, que canta canciones nostálgicas, y Nelly Furtado, que canta suavemente canciones punk aligeradas por su voz.
En conciertos, como en Mar dulce, Bajofondo se interpreta en tiempo real. “Una chica tocó la película en vivo y nuestro electro integrado no interfirió con los otros instrumentos. El resultado se acerca más al rock que a la música electrónica”. Fue Supervieille quien lo dijo.
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Colaborador de Le Devoir
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– En Tulipe el lunes 6 de abril a las 20.30 horas. Información: 514 790-1245.
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