Fue un primer discurso duro y sin concesiones. es decir, el nuevo presidente Javier Milei a Argentina. “Para implementar una política gradual se necesita dinero y, lamento repetirlo, el dinero no esta ahí. Así que no queda otra alternativa que ajustar ea política sorprendente“, advirtió. En un informe entregado directamente a sus seguidores reunidos en la plaza frente al Congreso, se repite por primera vez en la historia argentina la tradición de que el primer discurso del presidente se dirija a la Asamblea reunida. Desde los pasos de En Frente a la plaza parlamentaria, este outsider ultraliberal insiste en que no hay redención para el país sin sacrificio.
“Los desafíos son enormes, pero prefiero decir la verdad incómoda que la mentira cómoda”, dijo Milei. Y la verdad para el líder argentino es el drástico programa de reordenamiento económico y fiscal que quiere implementar”.Esto tendrá un impacto negativo en la actividad, el empleo, los salarios reales y el número de personas pobres y empobrecidas.“. Un panorama, subrayó, “no diferente del experimentado en los últimos 12 años, donde El PIB per cápita cayó un 15% con una inflación acumulada del 5.000%“Vivimos en un contexto de estanflación desde hace más de una década”, pero la diferencia con el pasado para Milei es que en su caso “este será el último sorbo amargo que la Argentina tendrá que beber antes de iniciar la reconstrucción”. ” y marcando el comienzo de “una nueva era de paz y prosperidad”.
Para implementar su programa, Milei aún debía honrar el pacto que firmó con el 56% de la sociedad argentina que depositó su confianza en él pero pidió que se respete la promesa de que los ajustes se harán principalmente a la “casta de políticos corruptos y empresarios prebendados”. “. “. El presidente habló luego de un “nuevo contrato social” basado en los principios del liberalismo y que prevé “un Estado en el que el Estado no regule nuestras vidas sino que proteja nuestros derechos” y cuyas instituciones fundamentales sean “la propiedad privada, los mercados libres”. “. , competencia independiente, división del trabajo y cooperación social”.
Ceremonia de inauguración y lista de invitados internacionales También proporciona una visión inicial de la orientación de la política exterior del nuevo gobierno. La presencia del líder ucraniano Volodymyr Zelensky marca un claro punto de inflexión respecto a la orientación del anterior gobierno de Alberto Fernández, que nunca se mostró firme en apoyar a Kiev contra la invasión rusa. Zelensky y Milei se saludaron calurosamente en las escaleras del Congreso al final del discurso del nuevo presidente. A través de su cuenta X, el jefe de Estado ucraniano elogió luego un “nuevo comienzo” para Argentina. “Estoy seguro – aseguró – de que la cooperación bilateral entre Ucrania y Argentina seguirá desarrollándose”.
Milei ha enfatizado en repetidas ocasiones que sus referentes geopolíticos son Estados Unidos e Israel, así como las democracias occidentales en general. Posición subrayada también por la ministra italiana de Universidades, Anna Maria Bernini, en Buenos Aires en representación del gobierno de Giorgia Meloni. “Los gobiernos de Argentina e Italia comparten los mismos puntos de vista en muchos aspectos internacionales, y ambos estamos del lado de Ucrania y también del lado de Israel”, dijo Bernini. “Argentina es históricamente un país amigo de Italia, donde vive la mayor comunidad de nuestros compatriotas en el exterior, con quienes pretendemos consolidar nuestras relaciones bilaterales y colaborar en los principales temas de la agenda internacional”, escribió al propio Primer Ministro.
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