IArgentina ha dado oficialmente un giro hacia el ultraliberalismo. Elegido el 19 de noviembre Javier Milei asumió la presidencia el domingo y anunció una inevitable “sorpresa” de austeridad.
“No hay más alternativa que el ajuste, no hay más alternativa que un shock presupuestario”, porque “¡no hay dinero!” “, dijo a varios miles de simpatizantes frente al Parlamento, donde acababa de prestar juramento. “Sabemos que la situación empeorará en el corto plazo. Pero después veremos los resultados de nuestros esfuerzos”, añadió, prometiendo “todas las decisiones necesarias para resolver los problemas causados por el despilfarro de la clase política durante 100 años”.
Milei ve al Estado como un “enemigo”
Frente a él, un mar de cielos y banderas blancas argentinas aclamaban su intervención, con cánticos de “Libertad, Libertad”, incluso “¡Motosierra!” » (¡con una motosierra!), refiriéndose a la herramienta que blande por el campo, para simbolizar el inminente desmembramiento del “país enemigo”.
Al mediodía, Javier Gerardo Milei, de 53 años, se convirtió en el duodécimo presidente de Argentina desde el regreso de la democracia hace cuarenta años, jurando ante los legisladores honrar este cargo “con lealtad y patriotismo” y luego se puso la banda presidencial. También recibió un cetro hecho especialmente para cada presidente, cuya caja tenía grabados en la empuñadura los rostros de sus cinco mastines ingleses –sus “hijos”, como él los llamaba–.
Milei estuvo bajo la benévola supervisión de líderes o políticos nacionalistas o conservadores, que saludaron su victoria con entusiasmo: el pueblo brasileño Jair Bolsonarohúngaro Víctor Orbán, líder del grupo español de extrema derecha Vox, Santiago Abascal. También presente idioma ucraniano. Volodímir Zelenski, quien tuvo un largo abrazo con Javier Milei. También se encuentran en Buenos Aires el rey de España y los presidentes de los vecinos Uruguay, Chile y Paraguay. El brasileño Lula, alguna vez fuertemente criticado por Milei, ha delegado su jefe de diplomacia.
La inflación fue del 143% en un año
La tercera economía más grande de América Latina pero está estancada en una inflación Con una deuda crónica (143% en un año), una deuda estructural y un 40% de pobreza, Argentina está preparada para un ajuste doloroso.
Aún hay incertidumbre sobre el primer paso: ¿devaluación del peso? ¿Primer recorte presupuestario? ¿Restricciones o incluso prohibiciones a la emisión monetaria? El domingo, Javier Milei reiteró que el primer objetivo concreto es una reducción del déficit presupuestario del 5% del PIB, que “correrá a cargo del Estado, no del sector privado”.
Pero para entonces, “la sociedad tendrá precios ‘libres’ por primera vez en mucho tiempo: el fin de los ‘precios controlados'”, estima Viktor Beker, economista de la Universidad de Belgrano, prediciendo una alta inflación en diciembre y enero. El propio Milei ha advertido que la inflación no estará bajo control hasta dentro de “18 a 24 meses”.
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