Nacido en Roma el 6 de noviembre de 1935, completó sus estudios de clásicas en el Collegio S. Giuseppe de Roma. Se licenció en derecho por la Universidad de Roma el 17 de julio de 1957 con la máxima calificación y matrícula de honor, ingresando muy joven en el Ministerio de Asuntos Exteriores, iniciando así la carrera diplomática. Sus primeras misiones fueron en Río de Janeiro, Atenas y Zúrich. Cónsul en Berna de 1967 a 1968. Consejero de la Embajada en Beirut de 1969 a 1972. Jefe de la Primera Oficina y Segunda Oficina de la Dirección del Ministerio de Personal de 1972 a 1976. Fue Primer Asesor de la OTAN de 1976 a 1980. Ascendido a Ministro Plenipotenciario el 4 de septiembre de 1979, luego se convirtió en Embajador en Lagos de 1980 a 1982. Representante Representante Permanente de Italia ante las Naciones Unidas en Nueva York de 1982 a 1985. Vicepresidente de la Comisión Política Especial y Presidente de la Comisión de Información, Comunicaciones y Grupo de cultura de la Asamblea General de la ONU en 1984.
Se desempeñó como Director General Adjunto de Asuntos Políticos en el Ministerio de Relaciones Exteriores de 1985 a 1986. Secretario General de Cooperación Política Europea en el Consejo de la CEE en Bruselas de 1987 a 1991. Ascendido como Embajador el 10 de noviembre de 1989. Director General de Economía Política en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Patria desde julio de 1991 hasta julio de 1993. Jefe de Gabinete del Ministro de Relaciones Exteriores en julio de 1992, hasta que renunció el Ministro Scotti. Cabeza
Ministro de Gabinete interino, Prof. Giuliano Amato, hasta el nombramiento del Ministro Emilio Colombo (4 de agosto de 1992).
Fue designado por el gobierno de Amato como Representante Permanente de Italia ante la OTAN en Bruselas el 18 de abril de 1993. En agosto de 1994 fue designado por el gobierno de Berlusconi para la Secretaría General de la Unión Europea Oeste. Renunció a su candidatura en noviembre de 1994 para apoyar la elección por consenso del Embajador de Cutileiro (Portugal). Nombrado Embajador de Italia en Argentina en 1998 por el Consejo de Ministros, ocupó este cargo hasta el 4 de noviembre de 2001. Posteriormente, del 1 de abril al 31 de diciembre de 2002, se convirtió en asesor del Presidente de la Región Puglia en asuntos internacionales.
Ha contribuido con numerosos artículos y ensayos sobre política exterior a la Gazzetta del Mezzogiorno, a Popolo, a Review of International Political Studies, a Quaderni di Comunità Internazionale, a Factory, a la revista “Affari Esteri”.
En el ámbito universitario, su trayectoria no ha sido menos relevante: desde 1987 imparte cursos sobre política exterior europea en el Centro Studi Militari, en las universidades de Bruselas, Bari y Bolonia. Fue nombrado profesor de instituciones políticas europeas en la Universidad de Roma “La Sapienza” en 1993. Nombrado “Arquioficial de la Orden del Mérito de la República” y de las Órdenes de España, Bélgica, Austria, Brasil y Qatar. Fue Doctor Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires, la Universidad de Belgrano y la Universidad de El Salvador.
Luego de un funeral programado en Argentina, el cuerpo será recibido en Andria y sepultado en el mausoleo familiar, que está ubicado en el monumental Cementerio Ave de Andria, donde descansa su benévolo padre Onofrio. Nunca olvidó su Andria, que visitó lo más rápido que pudo, encontró a muchos de sus familiares, siguió sus acontecimientos políticos y sociales, incluida la fundación de la ciudad, que lleva el nombre del senador Onofrio.
Entre los primeros en enviar condolencias a la familia Jannuzzi, la Primera Ciudadana Giovanna Bruno: “Con el embajador Giovanni desapareció una de las figuras importantes de la familia Jannuzzi, que tanto prestigio dio a la ciudad de Andria. Es mi afinidad personal y la de la Administración Civil por esta desaparición lo que empobreció a nuestra comunidad de eminentes personalidades de gran calado cultural y humano.“.
Editor AndriaViva Conmovido, envía saludos a la familia Jannuzzi, sumándose al dolor de esta pérdida. Tiene en cuenta las ilustres cualidades morales del Embajador y la generosidad mostrada en muchas ocasiones a la gente de la ciudad, en consonancia con el candor moral que siempre imbuyó a la familia Jannuzzi.
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