Este sábado 29 de abril, Ségolène Lefebvre (17 v) volvió a proclamarse campeona mundial supergallo de la OMB al vencer a la argentina Debora Anahi Dionicius (35 v, 5 s) a quien venció por puntos (97-93, 97-93, 97). -93 ).
No hay más lugares para vender, no más asientos libres, el espacio Gayant está masificado y completamente conquistado por el ídolo de Douai. Personalidades del público y locales así como Dominique Nato, presidente de FF Boxe han respondido para apoyar al boxeador en su operación para recuperar los títulos no perdidos en el cuadrilátero. Ségolène Lefebvre ha indicado que no se dejará llevar por ningún tipo de espíritu vengativo, no queriendo ser mancillada por nada que pueda sacarla de sus puños para llevarla a un terreno que no es el suyo.
Baste decir que acertó como lo demuestra su actuación de altísimo nivel, con una técnica y una estrategia muy bien adaptadas, además, ante un muy buen rival que no venía a figurar sino a defender su título.
El inicio de la pelea Débora Anahi Dionicio Confirmó que la noche no sería fácil para Douaisienne. El francés estiró el antebrazo y luego parió su mano derecha y el argentino respondió con un gancho de izquierda a la cara. Un primer tiempo memorable para un público que no estaba acostumbrado a ver al campeón derrotado así. Ségolène Lefebvre no ha peleado en un año y está de vuelta de una lesión mientras que su rival de la noche ha tenido tres victorias seguidas. El estudiante Robert Pantigny no dejó ganar confianza a Debora Anahi Dionicius, concedió un nuevo gancho de izquierda en el segundo round pero metió un derechazo completo.
La precisión del golpe de la francesa funcionó
A la francesa le tomó menos de tres rondas encontrar su marca, analizar el boxeo de su oponente y adaptarse a él. Ségolène Lefebvre subió de nivel durante la ronda y derrotó a Debora Anahi Dionicius contrarrestando sistemáticamente sus ataques. Ella se hizo a un lado al mismo tiempo que el pecho era atraído para contraatacar con su gancho de izquierda en la mandíbula. El vigente campeón ya no encontraba solución, Francia varió los puños, giró y picó con un fuerte puñetazo en la cara. La precisión de golpe de la francesa hizo su trabajo, Debora Anahi Dionicius fue tocada y fue víctima de una hemorragia nasal en el séptimo asalto. Intuyendo que el título cambiaba de manos, volvió a intentar forzar la pelea y se mantuvo peligroso con su gancho. ” ¡Manténgase organizado! gritó Robert Pantigny a su boxeador, Ségolène Lefebvre dominaba el tema y no fue de extrañar y en un frenesí provocado por los gritos de alegría de toda la multitud que fue proclamada nueva campeona mundial.
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