por Paolo Menchi –
En los últimos días, el FMI (Fondo Monetario Internacional) ha publicado un análisis económico relativo a la región latinoamericana, destacando los aspectos más preocupantes que instan a los gobiernos de varios países a intervenir para evitar peores consecuencias.
El documento, compilado por Gustavo Adler y Nigel Chalk, del Departamento de las Américas del FMI, advierte que las tasas de inflación aún se encuentran en niveles definidos como “inaceptablemente altos” y destaca que la inflación por la mayor actividad económica parece haber tocado techo. pero lo que preocupa es el fondo, es decir, purificado de elementos más volátiles como la energía y los alimentos, que permanece “constantemente” alto,
Según el FMI, cada gobierno debe coordinar políticas fiscales y monetarias para frenar la demanda,
No nos dejemos engañar por los buenos resultados obtenidos en marzo con la menor tasa de inflación del 10% al 7%, porque estuvo influenciada por los menores precios de las materias primas.
Las previsiones para el año varían mucho de un país a otro y van desde un 2,3% en Ecuador hasta un 8,4% en Colombia. Según las expectativas del FMI, la tasa para 2023 será de 2,5% en El Salvador; en 3% en Perú, 3,1% en Panamá; 3,6 en Bolivia, 3,9% en Costa Rica, 4,1% en Paraguay; 4,9% en República Dominicana; 5% en México y Chile; 5,4% en Brasil, 6,1% en Nicaragua; 6,4% en Guatemala y Honduras y 7% en Uruguay.
Casos separados son Argentina, Venezuela y Haití, donde las estimaciones son de 88%, 250% y 31,2%, respectivamente.
En cuanto a los países del Caribe, se espera una tasa del 4,3% para los de alta vocación turística y del 13,6% para los demás.
Lo más sorprendente del informe del FMI es el hecho de que ha habido una clara recuperación en los niveles previos a la pandemia de las tasas de empleo evaluadas negativamente, con los consiguientes aumentos en los salarios, la demanda y los precios.
Por absurdo que sea, el FMI desaconseja dedicar demasiada energía e inversión a la recuperación pospandemia para enfriar el mundo laboral, todo esto para evitar mantener la inflación subyacente tan alta, y ha elevado la política monetaria del país. países que han elevado sus niveles de deuda.
Como suele ser el caso, las sugerencias o condiciones a cambio de préstamos que el FMI hace a los países para corregir parámetros económicos defectuosos se basan en acciones que tienden a empeorar las condiciones de vida de gran parte de la población, como siempre lo hace para los más débil
En el pasado, el organismo, por la imposición desenfrenada del liberalismo, fue responsable de la desintegración en muchos países de políticas sociales indispensables, las más básicas donde los índices de pobreza eran muy altos.
En cuanto a las tasas de crecimiento, la estimación del FMI es de 0,2% para Argentina; 0,3% para Haití, 0,9% para Brasil, 1% para Colombia, 1,8% para Bolivia y México, 2% para Uruguay, 2,4% para El Salvador y Perú, 2,7% para Costa Rica, 2,9% para Ecuador; 3% para Nicaragua, 3,4% para Guatemala, 3,7% para Honduras, 4,2% para República Dominicana, 4,5% para Paraguay y 5% para Venezuela y Panamá.
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