En Buenos Aires, carpincho entra en resistencia – Liberación

roedor vengativo

Artículos proporcionados para suscriptores

Hordas de “carpinchos”, los roedores más grandes del mundo, han llegado en las últimas semanas a perturbar la paz de Nordelta, uno de los distritos más pintorescos de la capital. Para muchos argentinos, casi encarnan la ciudadanía frente al desarrollo inmobiliario descontrolado.

Para ingresar a Nordelta, uno de los barrios privados más prestigiosos de Argentina, por lo general hay que mostrar credencial, estar anunciado y pasar varios controles de seguridad. Detrás de altos muros y rollos de alambre de púas, cómodas residencias conviven con un lago artificial, campo de golf, polo y una magnífica casa club. Lujo, tranquilidad y seguridad. Pero en las últimas semanas, hordas de intrusos han entrado en Nordelta sin ser invitados. Los cientos de carpinchos, estos roedores de gran tamaño originarios de América Latina (pueden llegar a medir 1,30 metros y pesar hasta 60 kilogramos), se llaman carpincho en Argentina y aprovechando el potencial de una fuerte simpatía, felizmente destrozando los perfectos jardines de Inglaterra, realizando su ablución en la piscina infinita e incluso provocando accidentes de tráfico al embestir a bandas de motociclistas. La comunidad de Nordelta está inquieta.

En diario conservador país, un residente dijo: “Escuché un grito terrible y cuando asomé la cabeza por la ventana vi que un carpincho sosteniendo oreos [son caniche blanc, ndlr] entre sus dientes. Son dos y creo que la mujer está embarazada, el hombre la defiende. Pero no sé qué: Oreo no hace nada. Cuando se me acaba lo sueltan

Jacobo Briones

"Certified Introvert. Devoted Internet Fanatic. Subtly Charming Troublemaker. Thinker."

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *